El aprendizaje de vocabulario es una cuestión de grado. Algunas palabras las desconocemos y otras nos suenan. Algunas, en cambio, podemos evocarlas y definirlas. Recientemente, Kelley et al. (2018) realizaron un estudio en el que proponían un procedimiento para evaluar la evocación y el conocimiento semántico del vocabulario que se había enseñado previamente a los niños en una breve intervención.
Se trata de un procedimiento más sensible a la mejora de los niños, que captura el conocimiento parcial o emergente que estos tienen de algunas palabras y que, además, puede darnos ideas para apoyar la enseñanza de vocabulario. El procedimiento evalúa dos cosas: a) la capacidad de evocar la palabra y b) el conocimiento semántico de esta. Veamos un esquema general.
Evaluando la evocación de la palabra
Un sistema con cuatro niveles de apoyo
El artículo describe un sistema de niveles de apoyo jerárquico utilizado para evaluar la evocación de las palabras que se habían enseñado. Este sistema permite captar el grado de adquisición de la representación fonológica de la palabra que tiene un niño, desde el conocimiento sólido hasta el conocimiento emergente, mediante una serie de ayudas progresivas. El sistema de evaluación usa cuatro niveles de apoyo jerárquico para medir la adquisición: sin apoyo (4 puntos), pista semántica (3 puntos), pista fonológica (2 puntos) y modelo indirecto (1 punto). Si el niño no es capaz de evocar la palabra se le asignan 0 puntos. Veamos dos ejemplos en castellano con las palabras recoger y adherir.
Evaluando el conocimiento semántico de la palabra
Una pregunta abierta y tres preguntas de sí/no
El sistema de evaluación del conocimiento semántico se basa en una combinación de una pregunta abierta y cuatro preguntas de sí/no para medir la comprensión de una palabra nueva. Primero, se formula una pregunta abierta, como “¿Qué significa [palabra]?”, que permite al niño demostrar si conoce una definición o sinónimo, otorgando 2 puntos si la respuesta es correcta. Después, se realizan cuatro preguntas cerradas, dos centradas en el significado y dos en el contexto de uso. El niño obtiene 1 punto si responde correctamente al menos tres de ellas. La puntuación total máxima es de 3 puntos, reflejando distintos niveles de conocimiento semántico.

Kelley et al. (2018) enseñaron a los niños una serie de palabras nuevas mediante lecciones breves, usando definiciones simples, repeticiones frecuentes y actividades que permitían a los niños interactuar. El procedimiento mostró ser sensible al aprendizaje, evidenciado por el aumento de puntuaciones en producción y conocimiento semántico a lo largo de las sesiones. El sistema de apoyos jerárquicos permitió detectar un conocimiento parcial o emergente de las palabras enseñadas. Además, se hallaron correlaciones positivas con el aprendizaje incidental y pruebas estandarizadas de vocabulario, lo que respalda su validez. La herramienta demostró utilidad para identificar diferencias individuales en la respuesta a la intervención.
Referencias
Kelley, E. S. (2017). Measuring explicit word learning of preschool children: A development study. American Journal of Speech-Language Pathology, 26(1), 1–11. https://doi.org/10.1044/2017_AJSLP-16-0074
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