Intervenciones para la mejora de las habilidades narrativas en niños con dificultades en el lenguaje: diez principios básicos (Spencer y Petersen, 2020)

Las intervenciones en narración se definen como aquellas que buscan que los niños cuenten y recuenten historias con diferentes apoyos visuales y verbales y bajo el objetivo final de mejorar una serie de habilidades lingüísticas (Petersen et al., 2011). Este tipo de intervenciones suelen abordar, a nivel lingüístico, dos tipos de mejoras. En primer lugar, están las relacionadas con la macroestructura, esto es, con la capacidad de los niños para relacionar y comprender las diferentes partes que tiene una historia (problema, solución, consecuencia…). En segundo lugar, están las relacionadas con la microestructura, es decir, con aspecto relacionados con la adquisición de vocabulario, habilidades de morfosintaxis (uso de preposiciones, formas verbales, conjunciones, etc.). 

Story Champs (Spencer y Petersen 2016) es un ejemplo claro y muy protocolizado de este tipo de intervenciones que, además, ha ido acumulando un considerable número de publicaciones científicas sobre su uso y efectos. Puede verse aquí una recopilación de dichas investigaciones: https://www.languagedynamicsgroup.com/research/. Lo más interesante de estas intervenciones es que han generado, además, cierta transferencia a otras habilidades académicas relacionadas con la lectura y la escritura. Recientemente, Petersen y Spencer (2020) publicaron un trabajo que resume diez principios prácticos para aplicar estas intervenciones de manera efectiva. Utilizaré algunos ejemplos de la intervención Story Champs para tratar de ilustrarlos.

Principio 1. Comenzar enseñando la estructura de la historia antes de abordar aspectos lingüísticos específicos 

Se aconseja que los niños fijen las partes esenciales de la historia antes de enseñar aspectos relacionados con la mejora del vocabulario o morfosintaxis. Crear un esquema cognitivo con la estructura de la historia ayuda a los niños a practicar de forma focalizada cada una de las partes y a trabajar, posteriormente, objetivos más específicos. Story Champs usa una estructura con, al menos, cinco partes: personajes, problemas, sentimientos, acción y solución.



Principio 2. Transferir el lenguaje enseñado a varios contextos para promover la generalización

En Story Champs, por ejemplo, los niños recuentan historias de entre 40 y 60 palabras. Las habilidades lingüísticas que son objetivo de la intervención (vocabulario, morfosintaxis, etc.) se trabajan transversalmente en muchas historias para favorecer la generalización de lo enseñado a otros contextos. 

Principio 3. Promover la participación activa

Los niños deben poder recontar las historias; no basta escucharlas. En Story Champs, por ejemplo, los niños recuentan cada historia con diferentes grados de apoyo visual. Los autores recomiendan trabajar en grupos pequeños para que todos los niños puedan participar activamente.

Principio 4. Usar material visual para ayudar a fijar las partes de la historia y otros conceptos abstractos

Las intervenciones en narración suelen usar apoyo visual para ayudar a manejar aspectos abstractos como las partes de la historia o las estructuras lingüísticas a emplear. A modo de ejemplo, Story Champs cuenta con iconos que representan los personajes, el lugar, el problema, las emociones, la acción y la solución de la historia. También se usan láminas que permiten al profesional narrar la historia y que son muy útiles para apoyar el recontado de la historia por parte de los niños. El profesional debe de usar el material visual a modo de andamiaje y, de forma sistemática, ir retirándolo conforme los niños progresan en sus habilidades. 

Principio 5. Aplicar correcciones de calidad

Los autores recomiendan dar dos tipos de retroalimentación (feedback). Cuando los niños construyen la historia de forma adecuada los profesionales deben fomentarlo mediante una escucha activa que implique una atención real y un lenguaje corporal que dé al niño a entender que el receptor comprende su historia. Cuando los niños cometen errores en el recontado, los autores recomiendan dar correcciones que sean inmediatas, específicas y centradas en lo que el niño ha de hacer en lugar de en el fallo.

Principio 6. Contextualizar y reconstruir historias con sentido

Los niños deben practicar, desde el inicio, historias que tengan pleno sentido, en ningún caso con frases aisladas.

Principio 7. Usar indicaciones verbales eficaces

Los autores usan una serie de indicaciones o apoyos verbales (prompts) cuando los niños tienen dificultades en el recontado. Apuestan por un sistema en dos pasos. En el primero, los profesionales deben hacer una pregunta que incluya la información específica que el niño ha omitido : ¿Qué hizo José para solucionar su problema?. El segundo paso consiste en dar un modelado que los niños puedan repetir: ”Recuerda: José se puso una tirita en la rodilla”.

Principio 8. Diferenciar, individualizar y extender

Se anima los profesionales a crear sus propias historias y a incluir los objetivos lingüísticos específicos (vocabulario, estructuras gramaticales, etc.) que cada niño precisa.

Principio 9. Planificar la generalización

Se recomienda que el profesional trate de buscar que los objetivos lingüísticos trabajados durante las sesiones de intervención se transfieran luego a otros contextos. Se recomienda no dejar la generalización al azar, sino planificar una serie de actividades concretas y específicas que apoyen la generalización. Es posible, por ejemplo, enviar imágenes con las palabras trabajadas a casa para que se repasen en el entorno familiar o que las familias puedan ayudar a los niños a recontar lo que les sucedió durante el día.

Principio 10. Hacerlo divertido

Escuchar de manera sobreactuada o incorporar movimiento durante la narración son algunos consejos para ellos.

Conclusión

Las intervenciones para la mejora de las habilidades narrativas se han ganado a pulso su relevancia en las últimas décadas. Se han empleado con éxito con niños mayores de 3 años y, por ejemplo, han sido útiles para niños que vienen de entornos pobres o desconocimiento del idioma (Spencer et al., 2015), niños con trastornos del lenguaje (Hessling y Schuele, 2020) o niños con autismo (Gillam et al., 2015). 

En palabras de Petersen y Spencer (2020): “las intervenciones en narración pueden desarrollarse con materiales sencillos y asequibles para los profesionales.  Cuando estas intervenciones se implementan siguiendo los diez principios expuestos en este artículo, los profesionales pueden tener confianza de que sus actuaciones están respaldadas por la investigación y por una amplia experiencia práctica”.

Referencias

Spencer, T. D. y Petersen, D. B. (2020). Narrative intervention: Principles to practice. Language Speech Hearing Services in Schools, 51(4), 1081-1096.

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