Un procedimiento en cuatro pasos para detectar a adolescentes con dificultades en la lectura en el ámbito educativo (The Reading League, 2024)

The Reading League es una revista que orienta a los educadores en la enseñanza de la lectura fundamentada de investigación. Suelen presentar artículos que trasladan la evidencia científica sobre la lectura a prácticas fácilmente comprensibles y aplicables para los profesionales. The Reading League publicó la pasada semana una guía que está destinada a evaluar y atender a los adolescentes que presentan dificultades en la lectura. Una de las partes más interesantes, a mi juicio, tiene que ver con un procedimiento en cuatro pasos que se emplea para, partiendo desde una evaluación en grupo clase, acabar detectando y dando respuesta a los adolescentes que presentan dificultades en la lectura.

Paso 1. Evaluación de la comprensión lectora

El primer paso comienza con la evaluación de la comprensión lectora en el aula con todos los estudiantes. El objetivo es determinar qué estudiantes no son capaces de comprender textos que son apropiados para su edad y curso. Se recomienda, si es posible, utilizar más de una prueba de evaluación, así como considerar también los datos de evaluación formativa e incluso datos informales recabados por el profesor. Aquellos que no tienen dificultades se benefician de enseñanza de vocabulario y de estrategias de comprensión lectora, ya que son prácticas recomendadas para todos los estudiantes. Aquellos que tienen dificultades en la comprensión lectora deben pasar al paso número dos.

Paso 2. Evaluación de la fluidez lectora

El segundo paso consiste en evaluar la fluidez lectora de los adolescentes que no tienen una buena comprensión lectora. Se recomienda emplear test estandarizados combinados con datos que indiquen las palabras por minuto que leen los adolescentes para su edad y curso. Los estudiantes con buena fluidez lectora probablemente se beneficiarán de intervenciones que aborden la enseñanza de vocabulario, conocimiento y estrategias de comprensión. Esta decisión se basa en los modelos que indican que para comprender lo que se lee hace falta leer de forma precisa y fluida, así como tener buen lenguaje y conocimientos previos. Por tanto, aquellos que tengan una mala comprensión en presencia de una adecuada fluidez, tendrán, probablemente, un pobre lenguaje y conocimientos previos.

Paso 3. Evaluación general de la adquisición de las correspondencias entre letras y sonidos

En este paso participan, únicamente, los adolescentes con baja fluidez lectora. Consiste en evaluar las habilidades de decodificación, así como la adquisición por parte de los estudiantes de las correspondencias entre letras y sonidos.  Se trata de comprobar si los niños tienen errores al decodificar que contribuyen a la mala fluidez lectora que se les ha detectado en el paso anterior. Los estudiantes que tienen una buena habilidad para decodificar probablemente se beneficien de intervenciones que se centren en el desarrollo de la fluidez lectora, así como de la enseñanza de vocabulario, conocimiento y estrategias de comprensión. Los adolescentes con dificultades en la decodificación deben pasar al paso cuatro.

Paso 4. Evaluación específica de la adquisición de las correspondencias entre letras y sonidos

Este paso trata de evaluar, específicamente, qué errores cometen los niños en la decodificación. El profesional debe aislar aquellas correspondencias entre letras y sonidos mal adquiridas. En adolescentes con dificultades en la lectura en castellano no es infrecuente tener que enseñar, explícitamente, cómo suenan letras como la ‘g’ o cómo decodificar palabras largas y complejas. Aquellos estudiantes que tienen dificultades para decodificar lo más probable es que se beneficien de una intervención que se centre en decodificar palabras largas y complejas, así como en el trabajo de fluidez, vocabulario, comprensión y la enseñanza de conocimiento. En las siguientes imágenes es posible ver un esquema del procedimiento.






Conclusiones y prudencia

Se trata de un procedimiento que, si bien está racionalmente fundamentado y resulta técnicamente coherente, no se ha validado científicamente para comprobar su eficacia y su precisión. No obstante, resulta de mucho interés para aquellos docentes que en los últimos cursos de la Educación Primaria o, ya en la Educación Secundaria, quieren contar con procedimientos coherentemente fundamentados para detectar e intervenir en las dificultades en la lectura del alumnado.

https://www.thereadingleague.org/


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