Lecturas compartidas en niños de 2 a 6 años: evidencias y apuntes para adaptarlas a las diferentes edades (Cubillos y Gerias, 2024)

Hay evidencias que recomiendan las lecturas compartidas para favorecer el desarrollo del lenguaje y facilitar la alfabetización a edades tempranas (Noble et al., 2019). Las lecturas compartidas son aquellas en las que los adultos interactúan de forma activa con los niños en torno al texto. Pillinger y Vardy (2022) señalan que están basadas en tres principios: a) usan técnicas para evocar el lenguaje de los niños, b) los adultos dan retroalimentación al niño en forma de reformulaciones y expansiones y c) se flexibilizan las interacciones en base a la edad y a los intereses del niño. Recientemente, Cubillos y Gerias (2024) publicaron un artículo que evaluaba el uso de lecturas compartidas con educadores que atendían a niños de 2 a 6 años. Aportan toda una serie de recursos técnicos de gran interés.


PEER y CROWD 

Cubillos y Gerias (2024) revisan dos estrategias para ayudar a educadores y familias en el desarrollo de las lecturas compartidas. La primera de ellas, PEER, es una estrategia muy conocida que busca que los adultos generen con los niños interacciones en cuatro pasos durante la lectura:
  • Prompt (pregunta): el adulto realiza al niño una pregunta abierta (por ejemplo: ¿qué está ocurriendo aquí?).
  • Evaluate and Expand (evaluar y expandir): el adulto evalúa la respuesta del niño (por ejemplo: nieva) y la expande (sí, está nevando porque ha llegado el invierno).
  • Repeat (repetir): finalmente, el adulto pide al niño que repita (dilo tú: está nevando porque ha llegado el invierno).
CROWD, por su parte, está diseñada para recordar a los adultos todos los tipos de preguntas que pueden hacer a los niños durante la lectura:
  • Complete a sentence (completar una frase)
  • Recall parts of the story (recordar las partes de la historia)
  • Open-ended prompts (preguntas abiertas sobre el contenido del texto)
  • Wh-questions (preguntas cerradas sobre qué ocurre, por qué ocurre y para qué ocurre)
  • Distancing questions  (preguntas que tratan de que el niño conecte la lectura con aspectos de su vida cotidiana)

Cubillos y Gerias (2024) dan toda una serie de indicaciones para adaptar estas preguntas a niños de 2 a 6 años.




No todas las interacciones son igual de efectivas

Cubillos y Gerias (2024) revisan algunas evidencias respecto a los tipos de interacciones que son más efectivas. Parece que las preguntas abiertas, que pueden responderse con más de una respuesta correcta (¿cómo crees que pudo romperse la ventana?), son preferibles a aquellas que solo permiten respuestas cerradas de una única palabra (van der Wilt et al., 2022). Además, dentro de las preguntas abiertas, parece que son especialmente interesantes aquellas que obligan a los niños a hacer inferencias sobre relaciones causales y temporales que ocurren dentro de la historia (Dicataldo et al., 2020). Por ejemplo: ¿cómo crees que se sintieron los tres cerditos cuando vieron que el lobo se marchaba de allí?

Evidencias científicas 

Animar a los educadores y a las familias a realizar este tipo de prácticas es importante. Cabe recordar que tenemos toda una serie de evidencias que señalan que estas prácticas pueden ser beneficiosas de diversas maneras. Veamos algunas de ellas:
  • Las lecturas compartidas pueden mejorar el vocabulario de los niños que participan en ellas (Grolig et al., 2020).
  • A nivel general, las lecturas compartidas facilitan el desarrollo del lenguaje y, además, ayudan a los niños en aspectos relacionados con la alfabetización, tales como el conocimiento de las letras y sus sonidos (Pillinger y Vardy, 2022).
  • Las lecturas compartidas pueden contribuir a la mejora de las relaciones entre padres e hijos (Ganotice et al., 2017).

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