Teoría del déficit fonológico en la dislexia: postulado, evidencias, versiones y algunos problemas no resueltos (Elliott y Grigorenko, 2024)

Hay niños que muestran dificultades severas para leer de forma precisa y fluida. Cuando estas dificultades persisten pese a una adecuada respuesta educativa y no se explican mejor por déficits sensoriales o discapacidad intelectual se ha empleado el término dislexia (Fletcher et al., 2019). De todas las explicaciones causales sobre la dislexia, puede que las más sólida y conocida sea la que hace referencia a que los niños con dislexia presentan un déficit fonológico (Share, 2021). Pese a la relevancia de estos hallazgos, la dislexia no parece explicarse completamente por la presencia de un único déficit (Catts y Petscher, 2022). En su libro The dyslexia debate revisited, Elliott y Grigorenlo (2024) hacen una revisión de este asunto.

Postulado

De acuerdo con la teoría del déficit fonológico, los niños con dislexia tienen dificultades para representar mentalmente los sonidos que componen las palabras. Estas representaciones fonológicas están degradadas o el acceso a las mismas es deficitario (véase más tarde una discusión al respecto). Esto tiene como resultado que los niños fallen en adquirir toda una serie de habilidades fonológicas esenciales para aprender a leer (Georgiou et al., 2021). Por ejemplo, los niños tendrían dificultades para representar los fonemas que componen las palabras (conciencia fonémica) y para adquirir las relaciones entre letras y sonidos, dos habilidades esenciales (Ehri, 2020).

Evidencias

Las evidencias acerca de los problemas fonológicos de al menos una parte importante de niños con dislexia son sólidas. Las más potentes son de corte experimental e implican que aquellas intervenciones que abordan el desarrollo de las habilidades fonológicas en tareas de lectura y escritura son las únicas que se han demostrado útiles para mejorar la lectura de los niños con dislexia (Galuchska et al., 2014). Otro tipo de evidencias son de carácter predictivo. En su metaanálisis Melby-Lervag et al. (2012) encontraron que la conciencia fonémica (la capacidad de representar los fonemas de las palabras) explicaba buena parte de las posteriores habilidades de los niños para decodificar.

Versiones

Para más complejidad, la teoría del déficit fonológico ni siquiera es una teoría unitaria. Cuenta al menos con dos versiones: (1) algunos autores consideran que las representaciones fonológicas están degradadas, esto es, se encuentran almacenadas de forma difusa o con baja resolución (Boets, 2011). Otros, sin embargo, (2) indican que el problema no está en la calidad de las representaciones fonológicas, sino en el acceso a las mismas (Ramus y Ahissar, 2012). Además, se ha defendido que todo lo anterior es una subteoría, más que una teoría, ya que no es completamente falsable, no está bien especificada y no cumple con los criterios científicos para ser llamada así (Zoccolotti et al., 2020).

Problemas no resueltos de esta teoría

Esta teoría tiene algunos problemas. El principal es que hay niños que muestran dificultades graves y persistentes para decodificar las palabras escritas que no parecen tener problemas fonológicos (Mundy y Hannant, 2020). Por otra parte, algunos niños con problemas fonológicos severos nunca llegan a mostrar problemas para decodificar (Ring y Black, 2018). Además, las intervenciones que desarrollan las habilidades fonológicas en tareas de lectura y escritura, pese a ser las únicas beneficiosas, muestran resultados limitados (Kjeldsen et al., 2019). Finalmente, otro tipo de habilidades, como las habilidades viso-atencionales, también pueden jugar un papel relevante (Valdois et al., 2022).

Un estudio paradigmático (Catts et al., 2017)

En un estudio paradigmático Catts et al. (2017) mostraron que aquellos niños con mala conciencia fonológica tenían cinco veces más posibilidades de mostrar, más tarde, dificultades para leer de forma precisa y fluida. El valor de unas adecuadas habilidades fonológicas para aprender a leer era inequívoco. Sin embargo, el estudio reportaba también algunos problemas para la teoría del déficit fonológico. Una proporción significativa de niños con mala conciencia fonológica no mostraba, más tarde, problemas para decodificar. Finalmente, el 27% de los niños que más tarde tendría dislexia no mostraba, a edades tempranas, problemas en el desarrollo de la conciencia fonológica.

Conclusiones

Elliot y Grigorenko (2024) entienden que las teorías que han buscado explicar la dislexia desde la presencia de un único déficit cognitivo han fracasado. Recomiendan, reemplazarlas por teorías multifactoriales en las que diversas variables que operan a distintos niveles (neurobiológico, cognitivo, ambiental, etc.) operan como factores que aumentan el riesgo de presentar dislexia (Petscher et al., 2022). Esto, a mi juicio, no debe hacer a los profesionales perder de vista que las habilidades fonológicas son indispensables para prevenir las dificultades en la lectura, enseñar a los niños a leer e intervenir en dislexia. Sin embargo, conviene entender las cosas en su complejidad.

Referencias

Elliott, J. G. y Grigorenko, E. L. (2024). The Dyslexia Debate Revisited. Cambridge University Press.

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