¿Qué factores de riesgo tempranos están asociados a un pobre desarrollo del lenguaje? (Eadie et al., 2021)

El desarrollo del lenguaje presenta cierta variabilidad individual en los primeros años. Esto es, es difícil saber mediante medidas particulares qué niños de los que presentan cierto retraso en el desarrollo del lenguaje a los 1 o 2 años acabarán teniendo dificultades severas y persistentes. Para solucionar esto, algunos trabajos como el de Eadie et al. (2021) han tratado de ampliar el foco y comprobar qué factores de riesgo tempranos (relacionados con el individuo y su contexto) se asocian a  una mayor presencia de problemas de lenguaje en los años posteriores. Nos sirve, además, para entender los problemas en el lenguaje desde una perspectiva probabilística y multifactorial. 


Factores de riesgo

Eadie et al. (2021) evaluaron el lenguaje de un total de 1208 niños de 7 años. De forma previa, se habían tomado diferentes medidas tempranas a esos mismos niños (por ejemplo, a los 8 y 12 meses y a los 2 años). Los autores trataron de valorar qué factores de riesgo tempranos se relacionaban con posteriores problemas del lenguaje a los 7 años. Los autores estudiaron 16 factores de riesgo tanto a nivel individual (vocabulario temprano, sexo, cognición, temperamento, etc.), como a nivel familiar (nivel socioeconómico, cantidad de libros en casa, historia de problemas de lenguaje, etc.) y relacionadas con la figura materna (nivel de estudios, vocabulario, salud mental, etc.).

Factores de riesgo presentes en  niños con pobre lenguaje

Los autores indican, en primer lugar, qué porcentaje de niños con mal lenguaje presentaban cada factor de riesgo. Más del 60 % de los niños con problemas de lenguaje a los 7 años presentaban un bajo vocabulario ya a los dos años.  Cerca de la mitad de estos niños presentaban menos de 31 libros en casa, una pobre cognición verbal y bajas interacciones entre padres e hijos. Cerca de un tercio de estos niños presentaban, a edades tempranas, historia familiar de problemas de lenguaje, baja gestualidad, problemas conductuales, pobre educación y vocabulario maternos, así como un nivel socioeconómico familiar bajo.  

El aumento de factores de riesgo aumenta la probabilidad de tener problemas de lenguaje

Lo interesante de este trabajo tiene que ver con cómo la acumulación de factores de riesgo se asociaba a una probabilidad mucho mayor de problemas de lenguaje. Que un niño presentara 6 o más de los 16 factores de riesgo estudiados hacía que fuera 17 veces más probable que acabara teniendo un problema de lenguaje cuando se le comparaba con aquellos que 2 factores de riesgo. Dicho de otra manera, aquellos niños que presentaban 6 o más factores de riesgo tenían un 42% de posibilidades de presentar problemas del lenguaje. Aquellos que tenían de 0 a 2 factores, solo un 5% de posibilidades.

Grupos descritos en el estudio de Eadie et al. (2021)

Se identificaron 4 subgrupos en base las evaluaciones tempranas. El primero lo constituían niños con un adecuado ambiente familiar (56,2%). El segundo grupo lo conformaban niños en situación de vulnerabilidad tanto individual como familiar (31,2%). Este grupo tenía 13 veces más posibilidades de presentar, posteriormente, problemas de lenguaje. El tercer grupo lo conformaban niños que en desventaja social (7,4%). Este grupo tenía 8 veces más posibilidades de tener bajo lenguaje que el grupo 1. El cuarto grupo tenía 5 veces más posibilidades de tener problemas del lenguaje (5,2%). Estaba asociado a problemas de salud mental maternos y pobre desarrollo socioemocional de los niños.

Conclusiones

Las dificultades en el lenguaje se deben a múltiples factores. Parece interesante desarrollar sistemas que entiendan que el riesgo no solo puede detectarse mediante medidas individuales, sino también mediante la valoración de aspectos relacionados con el contexto del niño. Además, parece obvio que los problemas como el Trastorno del Desarrollo del Lenguaje no se distribuyen de forma equitativa entre la población, afectando en mayor medida, por ejemplo, a aquellos niños que proceden de entornos pobres y desfavorecidos (Mckean y Reilly, 2023). Detectar y abordar dichos problemas no solo constituye un problema educativo, parece también una cuestión de equidad social.

Referencias

Eadie, P., Levickis, P., McKean, C., Westrupp, E., Bavin, E. L., Ware, R. S. y Reilly, S. (2022). Developing preschool language surveillance models-cumulative and clustering patterns of early life factors in the early language in victoria study cohort. Frontiers in Pediatrics, 10, 826817.

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