Intervenciones para la mejora del lenguaje en niños pequeños que proceden de minorías lingüísticas: una revisión sistemática (Larson et al., 2020)

Muchos niños acuden a la escuela procedentes de familias que hablan un idioma diferente al usado en el día a día en los centros educativos. Cerrar de forma temprana las brechas lingüísticas que muchos de estos niños presentan es fundamental dada la relevancia que tiene el desarrollo del lenguaje oral para habilidades como la comprensión lectora (Hjetland et al., 2020) o las habilidades numéricas (Chow y Elkholm, 2019). Al menos en el ámbito anglosajón, parece que una proporción muy elevada de los niños que pertenece a minorías lingüísticas procede también de entornos pobres y desfavorecidos (DeNavas y Proctor, 2015). Esto impacta severamente en el desarrollo del lenguaje.

De hecho, en un libro clásico y enormemente citado al respecto en este tema (Hart y Risley, 1995), se ha descrito, tradicionalmente, que:
  • Aquellos niños que proceden de entornos pobres es menos probable que se expongan a una mayor diversidad léxica y a estructuras sintácticas complejas.
  • Concretamente, los autores estiman que, en sus tres primeros años de vida y en familias que vienen de entornos pobres, los niños podrían escuchar un volumen de hasta 30 millones de palabras menos que aquellos de entornos más acaudalados. Cerrar las brechas lingüísticas parece indispensable.



La revisión sistemática de Larson et al. (2020)

Recientemente, Larson et al. (2020) publicaron en la revista Early Chilhood Reseaerch Quaterly una revisión sistemática acerca de las intervenciones tempranas para la mejora del lenguaje en niños que procedieran de minorías lingüísticas o culturales. Al ser un estudio llevado a cabo en Estados Unidos, debe entenderse que se buscaba localizar intervenciones que cerraran la brecha lingüística de aquellos niños que acuden a los centros educativos con un mal dominio del inglés. Las autoras incluyeron en la revisión un total de 41 estudios que cumplían con los siguientes criterios de inclusión: 
  • Las intervenciones debían abordar la mejora del lenguaje en niños de menos de 5 años que procedieran de minorías lingüísticas o culturales. Se incluían, concretamente: a) niños que procedían de entornos donde se hablaba un idioma diferente al inglés, b) niños que hablaban una variedad del idioma que difería del estandarizado en los centros educativos y c) niños que procedían de lo que las autoras describían como minorías culturales (niños afroamericanos, asiáticos…).
  • Las autoras incluyeron diseños experimentales (aleatorizados y con grupo control), cuasi-experimentales (sin aleatorización) y diseños experimentales de caso único.
Sobre las intervenciones eficaces

Las autoras encontraron algunos tipos de intervenciones (casi todas aplicadas con niños de Educación Infantil) que estaban asociadas a resultados positivos:
  1. Intervenciones basadas en la enseñanza explícita de habilidades como el vocabulario: el 100% de estudios que se incluyeron en esta categoría reportaron una mejora significativa en la mejora del lenguaje. La enseñanza explícita solía estar basada en recomendaciones habituales: introducción de las palabras en contextos lingüísticamente significativos, modelado, enseñanza explícita del significado, transferencia de la palabra a varios contextos, etc. Este tipo de intervenciones eficaces se solían aplicar de forma individualizada o en pequeño grupo. Las autoras entienden que esto podría ser beneficioso por varios motivos. En primer lugar, da a los niños más oportunidades de interaccionar de forma frecuente con los adultos en situaciones lingüísticamente ricas. Permite, además, recibir mayor andamiaje y participar en conversaciones que conllevan mucha más retroalimentación.
  2. Lecturas compartidas/ interactivas: estas intervenciones consistían en la lectura por parte de un adulto de un libro en situaciones planificadas y estructuradas para interaccionar con los niños. Este tipo de intervenciones no solo se aplicaban por los profesionales de los centros educativos, también por las familias o cuidadores. En algunos trabajos, incluso, se aplicaban en un diseño que involucraba tanto a las familias como al centro educativo (Boyce et al., 2010). Los tamaños de efecto encontrados para este tipo de intervenciones fueron positivos.
Las autoras reportaron dos tipos de intervenciones más. La primera de ellas era la aplicación de programas curriculares específicos para la mejora del inglés, que solía reportar resultados positivos. La segunda era la implementación de rutinas para la mejora del lenguaje en el ámbito familiar, de la que hay menos información.

Sobre las intervenciones culturalmente responsivas

Las autoras encontraron que aquellas intervenciones que eran cultural y lingüísticamente responsivas parecían estar reportar mejoras más amplias. Por ejemplo, incluir la enseñanza de vocabulario u objetos cotidianos de dichas culturas, tener en cuenta estructuras de morfosintaxis que son compartidas entre ambos idiomas o lograr la transferencia a casa y la participación de las familias, abordar mejoras también en el idioma usado habitualmente en el hogar (entre otros aspectos) parecía estar asociado a mejoras más amplias. A juicio de las autoras, solo un tercio de las intervenciones evaluadas era culturalmente responsiva.

Limitaciones
Una limitación evidente es que esta revisión incluía intervenciones escritas en inglés y a niños procedentes de Estados Unidos. Por ello, cualquier tipo de extrapolación, si es que se hiciera, es necesario hacerla con extrema cautela. Además, suele decirse que la calidad de las revisiones sistemáticas es, en todo caso, un reflejo de la calidad de los artículos revisados. En esta se incluían algunos artículos con un rigor metodológico alto y algunos con relativas carencias. 
No obstante, creo que es un tema interesante y del que conviene divulgar conocimiento. La mejora del lenguaje de los colectivos en riesgo parece algo difícil de aplazar.

Dejo la referencia:
Larson, A. L., Cycyk, L. M., Carta, J. J., Hammer, C. S., Baralt, M., Uchikoshi, Y. y Wood, C. (2020). A systematic review of language-focused interventions for young children from culturally and linguistically diverse backgrounds. Early Childhood Research Quarterly, 50, 157-178.

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