La enseñanza de vocabulario en niños con dificultades en el desarrollo del lenguaje. Selección de los objetivos, evaluación del progreso y estrategias instruccionales

La mayoría de los niños aprenden vocabulario de forma incidental mediante las explicaciones del profesor, las conversaciones en clase o durante la lectura. Los niños con problemas en el desarrollo del lenguaje no parecen aprender tan fácilmente vocabulario de forma implícita (véase el interesante metaanálisis de Kan y Windsor, 2010). Por ello, revisiones sobre las estrategias eficaces de enseñanza de vocabulario en estos niños como las que realizan Steele y Mills (2011) o abordajes concretos como los desarrollados por Wright et al. (2018) para adolescentes con dichas dificultades, que muestran buenos resultados en pocas horas de intervención, pueden ser de utilidad. Estas son algunas de las conclusiones.

Sobre la selección de las palabras a instruir: para la selección del vocabulario los autores proponen la clasificación en tres niveles de Beck et al. (2002). En el primer nivel tendríamos aquellas palabras cuyo uso es enormemente frecuente en el día a día y cuya enseñanza no parece necesaria (esto es siempre relativo y ajustable a cada caso concreto). En el segundo nivel tendríamos palabras que se usan en multitud de dominios, de uso no tan frecuente y que abren la puerta a la comprensión de textos y explicaciones muy variadas (escaso, introducir, prolongar…). Este sería el grupo de palabras a seleccionar. El tercer nivel estaría compuesto por palabras de dominio específico (gimnosperma, homocigótico…) y que, pese a su importancia, no parecen ser las mejores para un programa de instrucción de vocabulario general, por ser poco transferibles a otros contextos

Sobre la evaluación inicial/ final: para evaluar la adquisición de vocabulario Steele y Mills (2011) así como Wright et al. (2018) recomiendan y emplean una evaluación escalonada que incluye tareas de decisión léxica (esto es o no es una palabra), tareas de decisión múltiple (elijo una palabra entre varias para incluir en el hueco de un texto), de elaboración de frases con la palabra, y de definición de la propia palabra. Esta forma de escalonar la evaluación nos permite ir de un conocimiento superficial a más profundo del término, siendo más sensible al progreso del niño.

Sobre las estrategias instruccionales: parece haber una serie de requisitos para que la intervención sea efectiva (Steele y Mills, 2011). 1) Presentación de la palabra en un contexto enriquecedor y no de forma aislada, 2) instrucción directa y explícita del significado así como transferencia explícita del uso de la palabra en varios contextos, 3) usar definiciones “amigables” y contextualizadas y no las que proporciona el diccionario, 4) explicar el significado profundo de la palabra mediante la evocación de palabras que signifiquen lo mismo o lo contrario e instando al niño a completar con sentido y a generar frases que lleven la palabra, 5) uso de organizadores visuales como mapas semánticos o círculos donde incluir palabras semejantes y contrarias, 6) presentación lenta de las diferentes palabras, 7) prever múltiples exposiciones y repasos a lo largo del tiempo, 8) establecer apoyos y marcadores visuales (dibujos) que ayuden a recordar la palabra. Wright et al. (2018) por su parte, añaden a lo anterior actuaciones explícitas para recordar la función sintáctica de la palabra (nombre, verbo, adjetivo…) así como facilitación fonológica y ortográfica (deletreo, conciencia fonémica…).

Resultados

Propuestas como los de Wright et al. (2018) muestran buenos tamaños de efecto respecto a palabras no instruidas (tamaños de efecto de d=1.29 para nombres y d= ,69 para verbos) y pueden ser una buena opción para niños cuya falta de léxico sea un impedimento para el acceso a los contenidos.

Referencias

Beck, I. L., McKeown, M. G., y Kucan, L. (2002). Bringing Words to Life: Robust Vocabulary Instruction 

Kan, P. F., y Windsor, J. (2010). Word learning in children with primary language impairment: A meta-analysis. Journal of Speech, Language, and Hearing Research, 53, 739–756

Steele, S. C., y Mills, M. T. (2011). Vocabulary intervention for school-age children with language impairment: A review of evidence and good practice. Child Language Teaching and Therapy, 27(3), 354-370.

Wright, L., Pring, T., y Ebbels, S. (2018). Effectiveness of vocabulary intervention for older children with (developmental) language disorder. International journal of language & communication disorders, 53(3), 480-494.


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