La importancia de la instrucción explícita en la atención a niños en riesgo de dislexia

Las revisiones especializadas recientes nos indican que uno de los principios básicos en el desarrollo de intervenciones que atiendan a niños con dificultades específicas de aprendizaje es que la instrucción sea directa y explícita, escalone la práctica por niveles de dificultad, monitorice su progreso y de feedback de calidad y centrado en la tarea (Grigorenko et al., 2019).

Pese a su antigüedad, merece la pena conocer un artículo metodológicamente muy cuidado, también muy citado, que muestra evidencias directas respecto a la importancia de una instrucción explícita (Foorman et al., 1998). Este estudio se llevó a cabo en 8 escuelas simultáneamente con 285 niños de 5 y 6 años que estaban teniendo problemas en el aprendizaje de la lectura y habían sido detectados como niños en riesgo de presentar dificultades específicas en este área (su rendimiento se situaba por debajo del primer cuartil tras la aplicación de pruebas estandarizadas). Se diseñaron cuatro condiciones instruccionales:

1) Código explícito: esta condición instruía explícitamente y por separado las reglas de conversión grafema fonema, manipulaba los sonidos mediante ejercicios de conciencia fonémica (incluía actividades de segmentación fonémica, por ejemplo: ¿Cuántos sonidos escuchas en sol? /s/, /o/ /l/), y luego transfería dichos aprendizajes a actividades de lectura de textos y vocabulario que incluían la regla estudiada.

2) Código embebido: en esta condición se realizaba igualmente una instrucción del código pero se hacía embebida en patrones ortográficos más grandes. Se llevaban a cabo actividades de conciencia fonémica que trataban de aislar fonemas en patrones frecuentes (por ejemplo: cat, mat, hat). En palabras de los investigadores, se trataba de una instrucción del código menos explícita. Posteriormente se llevaba actividades para la lectura de palabras que albergaban dichos patrones.

3) Código implícito según el diseño del currículum estándar: en esta condición la enseñanza del código era incidental y no se hacía de forma explícita. Los métodos de enseñanza de la lectura globales que no descienden a la relación entre los grafemas y los fonemas recuerdan mucho a esta condición.

4) Código implícito siguiendo una programación diseñada por los investigadores: similar al anterior pero con una secuencia diferente.

Los resultados muestran como las ganancias en lectura de palabras a lo largo de un año escolar eran mayores para aquel grupo cuya instrucción fue más explícita. Los investigadores relatan como los niños en la condición implícita o embebida tuvieron un menor progreso en este aprendizaje. Se ve muy claramente en el gráfico presentado por los investigadores en el artículo.

Parece haber cierto consenso en la revisión de más de 50 años de investigación respecto a la necesidad de proveer instrucción explícita en las intervenciones con niños en las dificultades específicas en el aprendizaje de la lectura, la escritura o las matemáticas y, posteriormente, transferir dicha instrucción diferentes contextos con práctica frecuente, niveles de dificultad escalonados en base al nivel de logro y feedback de calidad (Grigorenko et al., 2019).



Referencias

Foorman, B. R., Francis, D. J., Fletcher, J. M., Schatschneider, C., & Mehta, P. (1998). The role of instruction in learning to read: Preventing reading failure in at-risk children. Journal of educational Psychology, 90(1), 37.

Grigorenko, E. L., Compton, D. L., Fuchs, L. S., Wagner, R. K., Willcutt, E. G., & Fletcher, J. M. (2019). Understanding, Educating, and Supporting Children With Specific Learning Disabilities: 50 Years of Science and Practice. American Psychologist. Advance online publication.

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