Building early sentences therapy (BEST): un programa para niños de entre 3 y 6 años con dificultades en el desarrollo del lenguaje (McKean et a., 2013; McKean et al,, 2025)
Building early sentences therapy (BEST) es un programa de intervención para niños de entre 3 y 6 años y muestren problemas en el desarrollo del lenguaje (McKean et a., 2013; McKean et al,, 2025).
Es un programa pensado para ser aplicado en grupos reducidos de entre 2 y 6 niños. El programa dura un mínimo de 11 sesiones y un máximo de 22 sesiones. Se recomienda que las sesiones sean aplicadas a intervalos regulares, esto es, una o dos sesiones de intervención semanales. El programa tiene prevista una serie de evaluaciones iniciales y un sistema de monitorización del progreso y seguimiento. Es posible ver un esquema general de la intervención a continuación.
Prerrequisitos de la intervención BEST
McKean et al. (2013) establecen que no todos los niños con problemas de lenguaje pueden beneficiarse de BEST. Para poder beneficiarse, los niños deben tener tres habilidades: a) atención triádica (el niño debe ser capaz de alternar la atención entre el adulto, el objeto que se manipula y él mismo), b) juego y simbólico y c) capacidad de imitación en situaciones de juego.
Una vez que conocemos los prerrequisitos de la intervención, veamos qué objetivos lingüísticos aborda el programa BEST.
Fundamento teórico
BEST parte de la idea de que es necesario mejorar el lenguaje que los niños reciben tanto a nivel cualitativo como a nivel cuantitativo. Para ello tratan de que los niños reciban de forma masiva y focalizada, en situaciones de juego, una gran cantidad de frases breves Estas frases incluyen una serie estructuras gramaticales específicas (por ejemplo: Sujeto + Verbo + Complemento Circunstancial de Lugar; el perro juega en la playa). El objetivo es que el niño vaya adquiriendo estas estructuras en base al bombardeo masivo de las mismas en situaciones comunicativamente significativas. Para conseguir esto, veamos cómo McKean et al. (2013) plantean el diseño de las sesiones.
Diseño de una sesión BEST
Cada sesión dura entre 30 – 40 minutos. En ella se aplican varios sets de intervención (véase la imagen siguiente). Cada set aborda una estructura sintáctica específica y está dividido en dos partes: input y output.
- Input: en esta fase del set el profesional modela cinco o seis veces la estructura sintáctica objetivo en situación de juego usando juguetes que la representan (el hombre está comiendo una manzana, el niño está comiendo una naranja, etc).
- Output: en esta fase el profesional trata de que el niño produzca cinco o seis veces la estructura sintáctica objetivo mientras manipula los sujetes (¿qué está lavando el oso?).
Etapas en la producción de oraciones
La intervención BEST se basa en un modelo teórico que indica que la elaboración de frases de los niños pequeños surge atravesando una serie de etapas (Tomasello, 2006). Concretamente, la intervención trata de ayudar a los niños a avanzar a través de estas tres teóricas etapas.
Evidencia científica de BEST
La intervención ha sido validada en dos estudios recientes. Trebacz et al. (2024) presentaron un estudio cuasi‑experimental que compara BEST con y sin uso de signos, frente a la intervención habitual en niños de 3.5 – 4.5 años con bajo nivel lingüístico. BEST sin signos mejoró significativamente el vocabulario y la construcción de oraciones en comparación con la intervención habitual. La inclusión de signos actúo como un ingrediente activo eficaz. McKean et al. (2025) llevaron a cabo un estudio controlado y aleatorizado con 102 niños. Compararon BEST y una intervención llamada ADLS. BEST produjo ganancias mayores y sostenidas en producción de oraciones.
Una crítica personal basada en la teoría del procesamiento estadístico del lenguaje
El bombardeo de estructuras sintácticas es eficaz para mejorar el lenguaje de niños con dificultades. (Plante y Gómez, 2018, Alt et al., 2020). Sin embargo, estas aproximaciones suelen trabajar una estructura sintáctica (ejemplo: nombre + verbo + objeto directo) y tratar de que las frases que usan esta estructura varíen en sus palabras lo máximo posible. De esta manera, la estructura sintáctica se hace más saliente porque la variabilidad de las palabras facilita a los niños quedarse con el esquema general de la estructura sintáctica (en nuestro ejemplo: nombre + verbo + objeto directo). Esto se llama principio de variabilidad y está bien establecido a nivel empírico.
BEST, sin embargo, apenas varía las palabras de las oraciones. Esto es algo que, personalmente, me sorprende, ya que no conjuga bien con el principio de variabilidad. McKean et al. (2025) hacen que todas las frases sean muy similares en el bombardeo, rotando unas pocas palabras (El oso está lavando una manzana, el oso está lavando una naranja, el oso está lavando un plátano, el oso está lavando una zanahoria, el oso está lavando un melocotón). Personalmente, de usar una intervención basada en bombardeo, recomendaría variar más las palabras para ayudar a los niños a fijar mejor la estructura sintáctica (El perro está mordiendo la pelota, la niña está peinando la muñeca, el niño está pintando la casa, el gato está mirando el pez, la abuela está leyendo el cuento).
Referencias
McKean, C., Pert, S., & Stow, C. (2013). Building Early Sentences Therapy (BEST): Early intervention programme for young children with severe language difficulties. University of Newcastle.
Trebacz, A., McKean, C., Stringer, H., & Pert, S. (2024). Piloting building early sentences therapy for pre‐school children with low language abilities: An examination of efficacy and the role of sign as an active ingredient. International Journal of Language & Communication Disorders, 59(3), 1128–1151. https://doi.org/10.1111/1460-6984.12980
McKean, C., Jack, C., Pert, S., Letts, C., Stringer, H., Masidlover, M., … & Rose, N. (2025). A cluster randomized controlled trial comparing the efficacy of pre‐school language interventions—Building Early Sentences Therapy and an adapted Derbyshire Language Scheme. International Journal of Language & Communication Disorders, 60(3), e70036. https://doi.org/10.1111/1460-6984.70036
Tomasello, M. (2006). Acquiring linguistic constructions. In D. Kuhn & R. Siegler (Eds.), Handbook of child psychology (6th ed., pp. 255–298). Wiley.
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