Aprender los sonidos y los nombres de las letras: trayectorias y predictores en niños de Educación Infantil (Piasta et al., 2022)
El conocimiento alfabético es un componente importante de la alfabetización emergente. Se define como el conocimiento que los niños tienen de la forma de las letras, sus nombres y sus sonidos (Piasta, 2023). Los niños que tienen dificultades en la adquisición de este conocimiento alfabético muestran, más tarde, un mayor riesgo de mostrar dificultades en el aprendizaje de la lectura (Adlof et al., 2010). De hecho, muchos niños con dislexia suelen mostrar dificultades en el aprendizaje temprano de las correspondencias entre letras y sonidos (Carrol et al., 2016). En este sentido Piasta et al. (2022) estudiaron las trayectorias que mostraban los niños de cinco años en el conocimiento alfabético y trataron de aislar factores que permitían predecir que niños aprendían mejor este contenido.
2. Apuntes previos sobre el conocimiento alfabético
Unos de los aspectos más interesantes del trabajo de Piasta et al. (2022) tiene que ver con la pequeña revisión que los investigadores hacen en torno a la adquisición del conocimiento alfabético. Dejo algunos estudios que he podido revisar a partir del artículo:
- Parece que aprender el nombre de la letra es más fácil para los niños que aprender el sonido, que es lo que más tarda en adquirirse y lo que requiere una mayor instrucción (Ellefson et al., 2009).
- Las vocales se adquieren de forma más rápida que la mayoría de las consonantes (Evans et al., 2006).
- Los niños que proceden de niveles socioculturales más bajos tienen más probabilidades de mostrar un menor conocimiento alfabético al inicio de su escolaridad (Strang y Piasta, 2016).
- Hay una relación positiva entre la calidad de la instrucción y la cantidad de tiempo dedicado a esta con el crecimiento en el conocimiento alfabético del alumnado (Chien et al., 2010).
- El conocimiento alfabético es algo que los niños suelen tener completamente adquirido al finalizar el primer curso de la enseñanza elemental (Denton y West, 2002), por lo tanto, no es de extrañar que los niños mayores suelan tener un conocimiento alfabético mayor que los niños pequeños (Heilman et al., 2018).
- La lectura compartida en el hogar y la presencia de libros en casa, entre otras cosas, parecer correlacionar positivamente con el conocimiento alfabético temprano (Kim et al., 2015).
3. El estudio de Piasta et al. (2022)
En esta investigación participaron 998 niños de entre cuatro y cinco años. Se trata de un estudio longitudinal, que realiza tres mediciones del conocimiento que los niños tienen sobre el sonido y el nombre de las letras a lo largo del curso escolar. Su propósito es el de evaluar el crecimiento del conocimiento alfabético en estos niños. Se usó una metodología que buscaba extraer subgrupos con diferentes trayectorias en el aprendizaje del conocimiento alfabético. Trato de evitarse extraer, únicamente, medias generales que no permiten distinguir diferentes perfiles de niños. Piasta et al. (2022) tomaron también varias medidas para evaluar qué variables estaban relacionadas con las diferentes trayectorias de aprendizaje que los niños mostraban.
4. Resultados
Los resultados revelaron tres perfiles distintos en el desarrollo del conocimiento alfabético:
- Perfil High (desempeño alto): niños que comenzaron el curso con un alto nivel de conocimiento y que mostraron poco crecimiento porque muchas letras ya las tenían dominadas.
- Perfil Growing (en desarrollo): niños que iniciaron el curso con bajo conocimiento, pero que progresaron de forma consistente y sostenida a lo largo del año.
- Perfil Delayed (riesgo de dificultades): niños que tuvieron durante el año un progreso lento e insuficiente.
- El porcentaje de niños incluidos en estos grupos no es similar para el aprendizaje del sonido y del nombre de la letra.
5. Predictores
Las puntuaciones de los niños que veían del grupo ‘high’ (desempeño alto) estaban relacionadas de forma significativa con algunos aspectos interesantes:
- Edad: este grupo mostraba una edad ligeramente mayor que el de los otros grupos.
- Entorno de alfabetización en casa: este grupo tenía una mayor exposición a lecturas compartidas y juegos de alfabetización en su hogar.
- Nivel socioeconómico: estos niños procedían de hogares que tenían mayores ingresos y un mejor nivel educativo.
- Familiares con dificultades de aprendizaje: estos niños tenían significativamente menos probabilidades de tener un familiar con historial de dificultades de aprendizaje.
Referencias
Piasta, S. B., Logan, J. A., Farley, K. S., Strang, T. M. y Justice, L. M. (2022). Profiles and predictors of children’s growth in alphabet knowledge. Journal of Education for Students Placed at Risk (JESPAR), 27(1), 1-26.
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