Intervención en morfosintaxis en niños con TDL: un marco para clasificar las intervenciones en implícitas y explicitas (Baron y Arbel, 2022)

El Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL) suele conllevar dificultades graves y persistentes para adquirir, usar y comprender aspectos sintácticos y morfológicos del lenguaje (Bishop et al., 2017).  Recientemente, Baron y Arbel (2022) publicaron un interesantísimo artículo para ayudar a los profesionales a situar todas las intervenciones para la mejora de la morfosintaxis de más a menos implícitas. Esto tiene una gran importancia. En base a aspectos como la edad del niño, su capacidad de atención o, sus posibilidades de reflexionar sobre el lenguaje, el profesional deberá seleccionar intervenciones que busquen que los niños adquieran el lenguaje de forma implícita (indirectamente en situaciones cotidianas) o explícita (mediante enseñanza directa). 

Intervenciones implícitas: apuntes básicos

Se basan en la extracción automática y gradual de las regularidades estadísticas que subyacen al desarrollo de la morfosintaxis. En este tipo de intervenciones se expone a los niños de forma masiva, en un breve espacio de tiempo, a oraciones que incorporan la forma gramatical que constituye el objetivo de la intervención (una forma verbal, un tipo de estructura sintáctica, etc.). Los niños no son conscientes de qué deben aprender. Suelen usarse actividades como la lectura de cuentos o situaciones de juego. Los niños pequeños desarrollan sus habilidades gramaticales esencialmente de forma implícita. Por ello, no es de extrañar que se hayan descrito déficits en el aprendizaje implícito de los niños con TDL (Ullman et al., 2015).

Intervenciones explícitas: apuntes básicos

Las intervenciones explícitas buscan que los niños adquieran información de forma consciente e intencional. Los niños saben qué es lo que deben aprender. Para ello, deben de ser capaces de entender ciertas instrucciones y aplicarlas. Por tanto, es infrecuente que se apliquen con niños muy pequeños que todavía son incapaces de entender frases sencillas. Este tipo de intervenciones para mejorar la morfosintaxis descansan, además, en la capacidad de los niños para mantener su atención un tiempo prolongado, así como en poseer una memoria de trabajo que les permita procesar y aplicar las instrucciones del profesional. Los niños con TDL suelen mostrar problemas en estas habilidades cognitivas (Gray et al., 2019).

¿Qué diferencia a las intervenciones implícitas de las explicitas?

Baron y Arbel (2022) entienden que las intervenciones en morfosintaxis no son completamente implícitas o explícitas, sino que se mueven en un continuo entre ambos extremos. En las intervenciones implícitas los niños no son conscientes de qué deben aprender, mientras que las explícitas sí lo son. Las intervenciones implícitas se suelen dar en situaciones cotidianas y desestructuradas, mientras que las explícitas se dan en situaciones estructuradas y guiadas.  Las intervenciones implícitas exponen al niño de una manera indirecta, mientras que las explícitas ofrecen instrucciones, elicitan el uso del lenguaje por parte de los niños y ofrecen correcciones explícitas. Baron y Arbel (2022) sitúan diversas intervenciones ya probadas dentro de este continuo.  Veamos algunas de ellas.

Bombardeo

La intervención de bombardeo (Plante et al., 2018) es,  a juicio de los autores, la más implícita. Se trata de un tipo específico de modelado que expone a los niños a un gran número de frases cortas, variable y gramaticalmente correctas que incluyen el objetivo gramatical. Los niños no son conscientes de qué tienen que aprender y el profesional no da ninguna instrucción. Plante et al. (2018) la usaron con niños de 4 y 5 años. Se exponía a los niños a un total de 24 frases en un espacio de entre 2 y 4 minutos.



Reformulación conversacional aumentada

La reformulación consiste en volver a producir la frase que el niño ha emitido, manteniendo su significado, pero introduciendo en ella el objetivo de la intervención (Cleave et al., 2015). En la reformulación conversacional aumentada, el profesional estimula el objetivo de la intervención para, posteriormente, tratar de provocar que el niño produzca una frase con dicho objetivo. Al elicitar el uso del lenguaje por parte del niño, la intervención es algo más explícita. Dejo un ejemplo de esta intervención en la imagen.


Priming Estructural

En este tipo de intervenciones (véase, por ejemplo, el trabajo de Wada et al. (2020)) para cada intento el profesional usa una lámina para modelar una frase que incluye el objetivo de la intervención. Posteriormente, el niño debe hacer una frase que “suene parecida a la del profesional”, pero con una lámina distinta. Una vez el niño ha producido su frase el profesional ofrece una reformulación correcta y, llegado el caso, puede pedir explícitamente al niño que imite cuál sería la respuesta correcta. 



Complex Sentence Intervention

En esta intervención Balthazar y Scott (2018) trataron de que 30 adolescentes con TDL fueran capaces entender y producir mejor las oraciones subordinadas (sustantivas, adjetivas y adverbiales). Para ellos diseñaron una serie de tareas estructuradas que incluían: a) una descripción de las oraciones subordinas, abordando qué son y para qué se usan, b) actividades explicitas para reconocer, separar y construir oraciones subordinadas y c) formas y colores para hacer más saliente la reflexión por parte de los niños de las diferentes partes de las oraciones subordinadas.



Shape Coding

Shape Coding (Ebbels, 2007; Calder et al., 2020) es, a juicio de Baron y Arbel (2022), la más explícita. Se trata de un sistema que incorpora formas, flechas y colores para representar tipos de palabras (nombres, adjetivos, verbos …) y funciones sintácticas (sujeto, verbo, complementos …). Se ha usado con niños de 6 años hasta la adolescencia. La intervención suele aplicarse de forma individualizada y busca dar a los niños un andamiaje visual mediante estas formas geométricas y colores que permita a los niños elaborar frases cada vez más complejas. 


Referencias

Baron, L. S. y Arbel, Y. (2022). An implicit–explicit framework for intervention methods in developmental language disorder. American Journal of Speech-Language Pathology, 31(4), 1557-1573.


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