Intervenir para mejorar la decodificación de los niños con dislexia: un ejemplo en una ortografía semi-transparente (Lindström et al., 2023)

Los estudios controlados y aleatorizados para mejorar la lectura de los niños con dislexia son infrecuentes y en idiomas diferentes al inglés suelen ser realmente escasos. En mi blog ya revisé un trabajo en una ortografía semi-transparente como es el alemán (Volkmer et al., 2019). Las ortografías transparentes (como el castellano) son aquellas en las que las relaciones entre letras y sonidos son estables (al contrario de lo que ocurre en inglés). Lindström et al. (2023) publicaron un estudio en una ortografía con un alto grado de transparencia como es el sueco. Aunque el sueco tiene diferencias con el castellano en otros aspectos (sus sílabas son mucho más complejas), resulta de mucho interés.


El estudio de Lindström et al. (2023)

Los autores llevaron a cabo un estudio controlado y aleatorizado con niños escolarizados en el segundo curso de enseñanza elemental (7 años) que habían mostrado dificultades para aprender a leer durante el curso anterior. Los niños incluidos en el grupo experimental (aquel que sí recibe la intervención) recibieron un total de 36 sesiones de intervención. La intervención se aplicó 4 veces por semana durante, aproximadamente, 10 semanas. Cada sesión tenía una duración de 35 minutos. El estudio entronca con lo que sabemos: la intervención debe llegar de forma temprana, intensiva y focalizada. El programa se aplicó en las escuelas y los profesores recibieron formación específica.

Una intervención individualizada

Los autores decidieran aplicar la intervención de forma individualizada. Hay, actualmente, cierto debate al respecto, no siempre bien justificado. Para avalar su decisión, Lindström et al. (2023) citan lo siguiente:
  • Algunas revisiones indican que las intervenciones individualizadas son superiores a las aplicadas en pequeño grupo durante en el primer año (Gersten et al., 2020) y con niños con dificultades persistentes (Neitzel et al., 2022).
  • En un metaanálisis de 20 estudios, Gersten et al. (2017) encontraron que entre los cursos 1 y 3 de la enseñanza básica las intervenciones individualizadas son más eficaces.
Breve historia para introducir la sesión: al principio de cada sesión los niños escuchaban una historia breve. El objetivo de la historia era el de introducir a los niños las correspondencias entre grafemas y fonemas que se iban a trabajar en dicha sesión. La historia se leía en voz alta al niño. Me he permitido añadir un pequeño ejemplo diseñado por mí para facilitar la comprensión del estudio en castellano. Debe tomarse como lo que es, una adaptación propia del trabajo de los investigadores.


Enseñanza de las correspondencias entre letras y sonidos: el profesional enseñaba a los niños de forma explícita cómo suenan las letras. Para ello, presentaba el nombre, el sonido y el grafema mediante una tarjeta. En cada una de las semanas de la intervención se presentaban varias correspondencias entre letras y sonidos. Posteriormente, los niños realizaban ejercicios para automatizar el aprendizaje de las correspondencias. Dejo una sencilla adaptación.


Segmentar e integrar fonemas: los niños practicaban integrando y segmentando los sonidos de las palabras. Al principio de la intervención la actividad se realizaba de forma oral. Posteriormente, el profesional escribía la palabra trabajada. Más tarde eran los niños los encargados de escribirla. Dejo una adaptación propia al castellano para facilitar su comprensión.


Decodificación de palabras: los niños leían palabras que podían decodificar mediante las correspondencias entre grafemas y fonemas enseñadas. El programa graduaba sistemáticamente la complejidad y la longitud de las palabras que los niños enfrentaban en esta tarea. En esta tarea también se introducían morfemas que los niños debían reconocer durante las tareas de lectura.

Escritura de palabras: los niños escribían palabras con las correspondencias entre letras y sonidos ya enseñadas. Al principio de la intervención escribían las palabras usando tarjetas que representaban las letras y, posteriormente, escribían a mano.

Lectura repetida de palabras y frases: los niños practicaban la lectura repetida de palabras y frases. Tanto la longitud de las palabras como de las frases se complejizaba conforme el programa avanzaba.

Juegos para consolidar lo aprendido: al final de la sesión se realizaba alguna actividad lúdica (como juegos de memoria) para consolidar lo aprendido.

Decodificación de palabras irregulares: esta actividad se incluye porque el sueco, al ser un idioma semi-transparente, tiene algunas palabras irregulares, esto es, que no pueden decodificarse aplicando las correspondencias entre letras y sonidos. Este tipo de actividades son poco extrapolables al castellano.

Resultados y conclusiones

Los resultados mostraron que el grupo que recibió la intervención mostró mejoras significativas respecto al grupo control en todas las medidas. Los tamaños de efecto encontrados en tareas de lectura de pseudopalabras (d= .54) y en decodificación de palabras (d=1.04) son muy amplios y superiores a los encontrados en otras intervenciones. El estudio mostró que la mejora en la decodificación producía una cierta transferencia a medidas de comprensión lectora (d=.50). Parece que la enseñanza de las relaciones entre letras y sonidos que conlleva conciencia fonémica, decodificación y lecturas repetidas mediante diversas tareas es eficaz en ortografías opacas y transparentes.  

Referencias

Lindström, H., Elwér, Å., Samuelsson, S. y Danielsson, H. (2023). Effects of a phonics intervention in a randomized controlled study in Swedish second‐grade students at risk of reading difficulties. Dyslexia, 29(4), 290-311.

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