Niños que presentan, de forma simultánea, dificultades en lenguaje y habla: revisando algunos trabajos de referencia

1. TDL y TSH: diferentes, pero concurrentes

El Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL) implica dificultades persistentes para usar y comprender el lenguaje que no se deben a enfermedad o condición biomédica conocida (Bishop et al., 2017). Estas dificultades son heterogéneas, es improbable que se resuelvan solas más allá de los 5 años y están relacionadas, entre otros aspectos, con el vocabulario, la morfosintaxis, las habilidades narrativas o el acceso léxico (Ebbels, 2020). Este problema aparece de forma frecuente junto al Trastorno de los Sonidos del Habla (TSH), que implica dificultades para producir y secuenciar los sonidos del habla que no se deben a pérdida auditiva, daño neurológico o a problemas anatómicos estructurales (Bower, 2023).


2. Problemas simultáneos en lenguaje y habla: algunos datos

Diversas investigaciones indican que los niños con problemas de habla presentan, muy a menudo y a edades tempranas, problemas de lenguaje. Broomfield y Dodd (2004) identificaron a 320 niños de menos de 6 años con problemas de habla, esto es, con  dificultades para producir y secuenciar los sonidos de las palabras. De ellos, el 25,6% tenía también dificultades en la comprensión del lenguaje. Un 38,1% del total tenía un lenguaje expresivo por debajo de lo esperable para su edad (producía menos palabras y construía oraciones más sencillas). Un 50% de los 320 niños presentaba, además, un vocabulario que se encontraba menos desarrollado de lo que cabría esperar.

En el estudio Early Language in Victoria Study (ELVS) se documentó que, de un total de 1494 niños, un 3,4% tenía problemas en la adquisición del habla, es decir, tenía dificultades para producir y secuenciar los sonidos de las palabras. Los autores indican que, de entre esos niños con dificultades en el habla, un 40,8% presentaba también dificultades en el desarrollo del lenguaje (Eadie et al., 2014).  Se ha indicado que la mayoría de los errores de habla son fonológicos (Dodd et al., 2018), esto es, tienen que ver con problemas en el aprendizaje de los rasgos y contrastes que configuran los sonidos de un idioma. Los niños con errores de corte fonológico presentan aún mayores tasas de problemas de lenguaje (entre el 50% y el 75%, según Shirberg et al. (1999)).

3. La relación entre el desarrollo fonológico y el vocabulario

Lo anterior no es de extrañar, dadas las documentadas conexiones que hay entre el desarrollo fonológico (en el que muchos niños con TSH muestran dificultades) y aspectos lingüísticos como el vocabulario y la morfosintaxis. En lo relativo al vocabulario, algunos estudios clásicos reportaron hace décadas que los niños producen antes palabras cuyos sonidos tienen adquiridos que palabras que incluyen sonidos que aún no dominan y en los que cometen errores (Schwartz y Leonard, 1982). De hecho, trabajos recientes parecen indicar que hay una relación bidireccional entre el desarrollo fonológico y el aprendizaje de vocabulario en los primeros años  (Petinou et al., 2021).

4. Los problemas fonológicos impactan en el desarrollo de las habilidades gramaticales

El desarrollo de la morfosintaxis implica la derivación de las palabras que el niño conoce para que encajen correctamente dentro de las oraciones. En última instancia, usar un verbo (por ejemplo, ‘decir’) de forma adecuada dependiendo de la persona y número que se emplee conlleva, entre otras cosas, modificar los sonidos que configuran esa palabra para que encaje gramaticalmente en la oración (pronunciando así ‘decía, ‘dijo’, ‘dicho’, etc.).  Se ha señalado que los problemas para representar y producir los sonidos del habla pueden deteriorar la capacidad de los niños para derivar correctamente las palabras, afectando a la morfosintaxis (Sosa et al., 2012).

5. Los problemas de habla provocan efectos más graves cuando se asocian a problemas de lenguaje

Los datos parecen señalar que los problemas de habla implican, a largo plazo, problemas más relevantes cuando aparecen junto a problemas en el desarrollo del lenguaje. En un estudio longitudinal, Lewis et al. (2015) reportaron que los niños con problemas tempranos de habla y lenguaje tenían, llegada la adolescencia, peor desempeño en tareas de lectura que aquellos que solo presentaban problemas de habla. Por su parte, Hayiou-Thomas et al. (2017) reportaron que aquellos niños con problemas de lenguaje y habla a los 3,6 años tendrían problemas mucho más graves en la lectura a los 8 años que aquellos que solo presentaban problemas de habla.

6. Sobre la intervención (Hoover, 2019; Rodges et al., 2021)

La literatura científica que aborda de forma simultánea los problemas de lenguaje y habla es mucho menos extensa de lo que nos gustaría. Rodges et al. (2021) realizaron una revisión reciente y solo encontraron 11 estudios que abordaran de forma conjunta los problemas de habla y lenguaje de los niños. Hoover (2019), por su parte, hace una revisión algo más práctica y señala que los profesionales no deberían esperar transferencia entre habla y lenguaje. Esto quiere decir que no parece probado que una mejora en el lenguaje se pueda convertir, necesariamente, en una mejora del habla y viceversa. El profesional debe diseñar intervenciones que aborden ambos ámbitos.

7. ¿Confundimos los problemas de lenguaje y habla?

Karla McGregor publicó recientemente un interesante artículo titulado: ‘Cómo estamos fallando a los niños con TDL’. En él, McGregor (2020), presenta datos de que los niños con TSH tienen unas posibilidades 2,4 veces mayores de ser derivados a intervención que los niños con TDL. Parece que el habla ininteligible de los niños con TSH resulta más fácil de detectar para los adultos que los problemas de lenguaje (menos visibles). Algunos profesionales podrían estar confundiendo habla y lenguaje. Es necesario recordar que es posible presentar, por ejemplo, un menor vocabulario o problemas para comprender y producir oraciones complejas, sin tener problemas para producir y secuenciar los sonidos del habla.

Referencias


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