Habilidades comunicativas previas a la aparición del habla: vocalizaciones, uso de gestos y atención compartida (Romano et al., 2023)

Durante el primer año de vida, los niños empiezan a tomar conciencia del habla que los adultos producen, van ganando un progresivo control motor y postural que les permite emitir sonidos y, además, empiezan a comunicar lo que desean mediante el uso de gestos. En un artículo divulgativo de mucho interés, Romano et al. (2023) describen tres habilidades comunicativas que aparecen de forma previa a la aparición del habla y que los adultos pueden apoyar y fomentar: el uso de vocalizaciones, la atención compartida y el uso de gestos. Conocerlas y apoyarlas puede ser de gran interés, especialmente y aunque no solo, para aquellos niños con dificultades tempranas en la comunicación.

Vocalizaciones


Se ha descrito que cuando los niños tienen 2 o 3 meses, a menudo, empiezan a emitir vocales y sonidos tempranos como /k/ o /g/ que se hacen con la parte de atrás de la boca (un trabajo clásico al respecto: Stoel-Gammon, 1998). A los 6 o 7 meses los niños empiezan a usar sonidos como /p/ y /b/. En la segunda mitad del primer año suelen producir cadenas de sonidos como “babababababa” o “mamamamama”, lo que se suele conocer como balbuceo. Con el tiempo, los niños comienzan a combinar sonidos dentro de dichos balbuceos “bagadama”. Conforme los niños van ganando más y más control respecto a sus habilidades articulatorias y dicho balbuceo se complejiza.

La importancia de las vocalizaciones

Se ha reportado que el hecho de que los niños emitan vocalizaciones de forma frecuente está relacionado, posteriormente, con unas buenas habilidades comunicativas (Morgan et al., 2020). Romano et al. (2023) indican que las vocalizaciones tempranas son importantes por tres motivos:
  1. Son un paso previo a la emisión del habla. Los niños deberán combinar los sonidos que usan en los balbuceos para producir sus primeras palabras.
  2. Permiten a los niños comunicarse intencionalmente con otros.
  3. Los niños pueden comenzar a conectarse y turnarse en “conversaciones” rudimentarias con los adultos y cuidadores.
Atención compartida

Hablamos de atención compartida en aquellas situaciones en las que el niño alterna su mirada entre un objeto o evento que capta su interés y otra persona, con el objetivo de incluirla a ella también en dicho momento. Se trata de una habilidad comunicativa temprana, de carácter social y muy interesante. Adamson et al. (2019) encontraron que aquellos niños que pasan menos tiempo conectados en situaciones de atención compartida suelen tener un menor vocabulario que aquellos que sí son capaces de desarrollar esta habilidad. No es de extrañar, ya que cierta atención compartida es necesario para conectar las primeras palabras con sus referentes.

Atención compartida: ¿qué debemos esperar?

Romano et al., (2023) describen algunas conductas relacionadas con esta habilidad y que las familias deben esperar:
  • Los niños deben ir, progresivamente, utilizando su mirada, emitiendo vocalizaciones y realizando gestos con el propósito de atraer la atención de un adulto hacia una situación.
  • Los niños van siendo capaces de incorporar su atención hacia aquello hacia lo que un adulto está atendiendo.
La atención compartida, según los autores es básica porque: a) implica que los niños entienden que interactúan con otras personas, b) facilita la adquisición de vocabulario y c) mejora las interacciones tempranas entre los adultos y el niño.

Uso de gestos

Romano et al. (2023) describen que los primeros gestos suelen aparecer en situaciones de atención compartida. Los primeros gestos que los niños suelen realizar implican señalar a una persona con la que quieren estar, dar un objeto a otra persona o alejar algún objeto o cosa (Morgan et al., 2020). Posteriormente, al cumplir el primer año, los niños suelen usar gestos para señalar o solicitar cosas que están lejos de ellos (Carpenter et al., 1998). Los gestos tienen gran interés para el desarrollo del vocabulario temprano. Se ha indicado que las palabras de los objetos que los niños señalan suelen adquirirse en los siguientes meses (Kishimoto, 2017). 

Uso de gestos: ¿qué debemos esperar?

Romano et al. (2023) indican algunas conductas que debemos esperar relacionadas con el uso de gestos. Durante el primer año de vida los niños deben ir, paulatinamente, empleando gestos para alcanzar, mostrar, dar y señalar. Parece que los gestos para señalar suelen aparecer de forma posterior a otros como los de mostrar o los de alcanzar. Algunos trabajos clásicos, como hemos visto, indican que los niños comienzan a señalar en torno al primer año de vida (Carpenter et al., 1998). Algunos trabajos han mostrado que un mayor uso de gestos para señalar se asocia al aprendizaje temprano de un mayor número de palabras (Colonnesi et al., 2010).

Dos estrategias para usar en casa

Los autores señalan dos estrategias relacionadas con lo anterior que es posible emplear en casa. La primera consiste en que los cuidadores y familiares modelen al niño cómo señalar objetos mientras nombran las palabras. Modelar implica que los adultos realizan la acción delante de los niños de forma explícita y pausada. Los autores citana algunos trabajos de referencia al respecto (Rowe y Leech, 2019; Romano et al., 2021). La segundo implica modificar el ambiente, de tal manera que aquellos objetos que sean de mucho interés para el niño se encuentren visibles, pero fuera del alcance de los niños. Esto obliga a los niños a usar gestos para señalarlos (Kaiser et al., 2013).

Referencias

Romano, M., Brown, J. A., Coogle, C., Ottley, J. R. y Rose, E. M. (2023). What to Teach Before Talking: Developing Communication Skills Across Home and Early Learning Contexts. YC Young Children, 78(2), 74-81.


Comentarios

  1. Excelente explicación sobre la forma de hablar.






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    Estudio una licenciatura en mercadoctenia

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