Combinar las técnicas de bombardeo y reformulación para intervenir en niños con Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (Plante et al., 2018)

Muchos niños con Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL) tienen dificultades para comprender y producir frases sintáctica y morfológicamente complejas (Leonard, 2014). En una revisión sistemática publicada recientemente, Frizelle et al. (2021) encontraron que, a partir de los 7 años, abordar la mejora de la morfosintaxis de forma explícita (por ejemplo, mediante formas y colores) se asociaba a mejores resultados. ¿Qué podemos hacer, sin embargo, a edades más tempranas? Con niños más pequeños suelen usarse técnicas más implícitas, como ciertos tipos de modelado y reformulación, que se han demostrado efectivas. Veámoslas partiendo de un estudio reciente (Plante et al., 2018). 

La técnica de bombardeo: un tipo de modelado

El modelado se define como la provisión de uno o más ejemplos correctos de una forma lingüística específica (Ellis et al., 2017). El modelado suele incluirse, a edades tempranas, en situaciones de juego o lecturas compartidas. Al contrario que la técnica de reformulación, que veremos posteriormente, el modelado no requiere que el niño emita palabras o frases. Cuando se realiza un modelado masivo de una forma lingüística objetivo, con un número muy alto frases cortas y en un periodo de tiempo muy breve, suele hablarse de una técnica de bombardeo. El bombardeo se ha demostrado efectivo en niños con problemas de lenguaje, pérdida auditiva y problemas fonológicos.

Fundamentación teórica de la técnica de bombardeo

La técnica de bombardeo se fundamenta racionalmente desde las teorías de aprendizaje estadístico del lenguaje (Plante et al., 2013). Estas teorías indican que el cerebro de los niños, a edades tempranas, funciona como una especie de sistema estadístico que captura regularidades lingüísticas (morfemas, palabras, estructuras sintácticas, etc.). Esta teoría asume que los niños con TDL, tienen dificultades para capturar dichas regularidades. Esto deriva en problemas de vocabulario y morfosintaxis. Por ello, técnicas como el bombardeo, que hacen más salientes dichas regularidades y las ofrecen en un espacio muy corto de tiempo, pueden ayudar a los niños con TDL a procesarlas.

El bombardeo en el trabajo de Plante et al. (2018)

En este trabajo se usaba la técnica de bombardeo durante 2 a 4 minutos dentro de sesiones de media hora. Durante esos breves minutos, el profesional presentaba 24 frases muy cortas (Juan salía de casa/ Pedro comía mucho/ Este niño corría rápido ) que incluían los morfemas verbales que el niño no producía correctamente (-ía en el ejemplo) y que constituían el objetivo de la intervención. Las frases se presentaban en el contexto de actividades diversas para atraer la atención del niño. Por ejemplo, los profesionales usaban flashcards, realizaban una carrera en la que cada frase era un paso, o leían las frases en hojas de papel que el niño iba arrugando y tirando a una papelera.

La técnica de reformulación conversacional aumentada

La reformulación se define como como una frase emitida por el profesional después de otra que ha sido producida por el niño y que, respetando el contenido de la frase, da un ejemplo gramaticalmente correcto. 
Un ejemplo:
- Niño: Juan va le parque.
- Reformulación del profesional: Juan va al parque.

Una variación de la reformulación es la llamada “reformulación conversacional aumentada” (enhanced conversational recast). En esta variación de la técnica, el profesional suele dar varios ejemplos correctos y luego pedir al niño que produzca una frase para, acto seguido, llevar a cabo la reformulación. Dejo un ejemplo en la imagen.


La reformulación en el trabajo de Plante et al. (2018)

Los autores usaron esta técnica durante 26 o 27 minutos dentro de las mencionadas sesiones de media hora. Los autores trataban de que los niños emitieran un total de 24 frases a través de actividades de juego, lecturas compartidas, etc. El objetivo de la intervención era que los niños adquirieran nuevos morfemas verbales. Los profesionales modelaban el uso de forma previa y pedían a los niños la emisión de una frase para, posteriormente, reformularla.  
Profesional: “cuando llegaba a casa Juan dormía, escribía y (señalando el dibujo), ¿qué hacía? 
Niño: lee. 
Profesional: cuando llegaba a casa leía. 

Combinando ambas técnicas en el trabajo de Plante et al. (2018)

En este trabajo participaron 28 niños con TDL. Estos recibieron una intervención que combinaba la técnica de bombardeo con la técnica de reformulación y que tenía por objetivo que los niños adquirieran una serie de morfemas verbales que no eran capaces de producir. Los niños se dividieron en dos grupos.

- Grupo 1. Los niños recibían primero la técnica de bombardeo (durante 3 minutos) y posteriormente la intervención en reformulación (durante 27 minutos). Aquí el bombardeo podría funcionar, hipotéticamente, como una especie de entrenamiento previo de los morfemas a adquirir.

- Grupo 2. Los niños recibían primero la intervención en reformulación (durante 27 minutos) y, finalmente, la técnica de bombardeo (durante 3 minutos). La hipótesis de los autores era que, en este caso, el bombardeo podría consolidar en la memoria los morfemas verbales previamente trabajados durante la reformulación.

Los resultados mostraron que un mayor número de niños respondieron a la intervención cuando el bombardeo se incluía después de la reformulación que cuando se incluía antes. Aunque se trata de un estudio con una muestra pequeña, es un ejemplo claro del interés que tiene para los profesionales conocer cómo combinar este tipo de técnicas en las intervenciones con niños con TDL.

Referencia

Plante, E., Tucci, A., Nicholas, K., Arizmendi, G. D. y Vance, R. (2018). Effective use of auditory bombardment as a therapy adjunct for children with developmental language disorders. Language, Speech, and Hearing Services in Schools, 49(2), 320-333.

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