Intervención en dislexia: una secuencia de pasos para corregir los errores en tareas de decodificación (Spear-Swerling, 2011, 2019)

Casi todas las revisiones metodológicas que abordan cómo intervenir en dislexia indican que dar correcciones (feedback) sistemáticas, explícitas y de calidad es una condición necesaria al realizar intervención educativa (Vaughn y Fletcher, 2021). Sin embargo, no siempre se ofrecen indicaciones de cómo llevar esto a la práctica. Una rara muestra de lo anterior puede verse en las publicaciones de Spear-Swerling (2011, 2019). Estas ofrecen algunos pasos para corregir a los niños durante la decodificación que, a mi juicio, están bien fundamentados. Pese a que la autora solo hace una descripción de los pasos, me he tomado la libertad de numerarlos y de hacer un pequeño esquema para facilitar la comprensión.


1. Esperar brevemente ante una posible autocorrección

En primer lugar, con el propósito de no cortar continuamente la lectura del niño, la autora recomienda esperar un breve instante por si este cometiera una autocorrección.


2a. Ofrecer un indicio visual/  3a. Pedir relectura

Si el niño no se autocorrige, de nuevo con el propósito de no cortar una y otra vez la lectura, la autora recomienda hacer una pequeña señal visual. El profesional podría, por ejemplo, marcar rápidamente con el dedo dónde se ha cometido el fallo.



2b. Hacer una corrección verbal concisa, explícita y centrada en las reglas de conversión entre grafemas y fonemas /  3b. Pedir relectura

Si con las anteriores acciones el niño no puede ofrecer una lectura correcta viene el que, a mi juicio, es el paso más importante. El profesional realiza una corrección verbal concisa, explícita y centrada en las reglas de conversión entre grafemas y fonemas o, en su caso, señalando el sonido omitido, añadido o invertido.



2c. Dar un modelo correcto/  3c. Pedir relectura

En el caso de que el niño aun no acierte a leer la palabra de forma correcta el profesional puede ofrecer un ejemplo correcto de cómo se leería. No obstante, el profesional debe saber que esta opción solo es conveniente cuando todo lo anterior no ha tenido éxito.



Un pequeño apunte personal

Los pasos descritos por Spear-Swerling (2011, 2019) son interesantes en su totalidad. No obstante, a mi juicio, el profesional debe saber que es clave enfocar la corrección en las reglas de conversión entre grafema y fonema, ya que los niños con dislexia pueden tener muchos problemas para automatizarlas. Un ejemplo: recuerda la letra “c” suena /k/ cuando va con las letras “a”, ”o” y “u”, pero suena /θ/ cuando va con las letras ”i” y “e”. Esto puede hacerse, si es necesario, con apoyo de material manipulativo y activando las características articulatorias de los fonemas. Algunos estudios clásicos avalan la eficacia de este tipo de correcciones (Heubusch y Lloyd, 1998).

Referencias

Spear-Swerling, L. (2019). Structured literacy and typical literacy practices: Understanding differences to create instructional opportunities. Teaching Exceptional Children, 51(3), 201-211.


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