The Social Communication Intervention Project: una intervención para la mejora de la pragmática y la comunicación social

Definimos las habilidades pragmáticas del lenguaje como aquellas que conllevan emplear el lenguaje de forma adecuada en diversas situaciones comunicativas. Los mecanismos cognitivos subyacentes a las habilidades pragmáticas aún se debaten (Andrés-Roqueta y Katsons, 2020), aunque aspectos relacionados con la comprensión del lenguaje, la cognición social y la teoría de la mente juegan un papel relevante. Se han descrito problemas en la pragmática en niños con TEA (predominantemente), aunque también en niños TDL o TDAH. Dichas dificultades se asocian, además, a problemas académicos y laborales (Alduais et al., 2022). Sin embargo, pocos estudios controlados y aleatorizados han tratado de validar intervenciones para la mejora de estas habilidades.


El trabajo de Adams et al. (2012a, 2012b)

Aunque ya tiene más de una década, uno de esos pocos estudios de calidad ha sido el de Adams et al. (2012a, 2012b). Se trata de un estudio controlado y aleatorizado en el que participaron 88 niños con características heterogéneas que presentaban dificultades en la pragmática y la comunicación social. Sus edades oscilaban entre 5,11 y 10,8 años. Los niños fueron asignados aleatoriamente a un grupo experimental (que recibió la intervención) o a un grupo control (que siguió recibiendo su intervención habitual aplicada por el especialista en lenguaje de su escuela). Los niños recibieron un total de 20 sesiones de intervención. Veamos en qué consiste.

The Social Communication Intervention Project (SCIP)
La base racional de la intervención SCIP parte de que las habilidades pragmáticas que los niños se basan en un conjunto de diversas capacidades o habilidades. Los autores destacan tres tipos de habilidades a trabajar para la mejora de la pragmática: 
  • Habilidades lingüísticas: relacionadas con habilidades narrativas, de comprensión y monitorización del discurso.
  • Habilidades pragmáticas propiamente dichas: tienen que ver con el desarrollo de destrezas para interaccionar con otros en situaciones de comunicación.
  • Habilidades de comprensión social: se basan en entender las relaciones y las convenciones sociales.

Lo interesante de la intervención de Adams et al (2012a) es que parte de una evaluación individualizada de los niños para observar cuáles de estos tres dominios (lenguaje, habilidades específicas de pragmática ý/o comprensión social) deben abordarse en mayor medida para mejorar la comunicación social.. Cada uno de los tres bloques generales se divide, a su vez, en cinco componentes que el profesional puede seleccionar para trabajar. Dado el marcado carácter social de la intervención los profesionales consensuan con familiares y educadores los objetivos prioritarios a abordar para cada uno de los participantes Puede verse a continuación un esquema general de los diferentes componentes asignados a cada uno de estos tres bloques.



Aspectos técnicos sobre la implementación
Todos los niños recibían tres sesiones individualizadas de 20 minutos a la semana en el entorno escolar. Los niños recibían un total de 20 sesiones. Los profesionales contactaban con familias y educadores para tratar de transferir a otros contextos los contenidos vistos en las sesiones. Para ello, los profesionales usaban una agenda llamada “Home Book” en la que se indicaba a los otros agentes educativos cómo proceder. Es importante entender que se buscaba que los niños integraran esto en situaciones cotidianas. Desde la mejora de las habilidades narrativas, las habilidades conversacionales hasta la interpretación de pistas sociales, todo debía transferirse a situaciones reales.

Aspectos instruccionales
Para trabajar los distintos componentes seleccionados los profesionales utilizaban diversas técnicas:
Modelado: los niños recibían un modelo correcto y pausado de cómo proceder en diferentes situaciones o de cómo resolver diversas tareas. Posteriormente, debían imitarlo.
Role play: los niños y el profesional interpretaban situaciones ficticias que permitían abordar los componentes seleccionados.
Sabotaje: el profesional cometía errores de forma deliberada en situaciones de comunicación que el niño debía trata de detectar.

Resultados
Los investigadores reportaron mejoras significativas en habilidades relacionadas con la competencia conversacional, así como en diferentes medidas observacionales relacionadas con en funcionamiento académico y social. Como viene siendo habitual en este tipo de trabajos, no hubo transferencia a la mejora del lenguaje medido mediante pruebas estandarizadas.

Conclusiones 
La intervención SCIP es una intervención comprehensiva para la mejora de las habilidades pragmáticas en niños de entre 6 y 11 años que parece mostrar, al menos, un cierto grado de validez empírica. Conocerla puede ser de interés para los profesionales que atienden a niños con estas dificultades.

Referencias

Adams, C., Lockton, E., Gaile, J., Earl, G. y Freed, J. (2012a). Implementation of a manualized communication intervention for school‐aged children with pragmatic and social communication needs in a randomized controlled trial: the Social Communication Intervention Project. International Journal of Language & Communication Disorders, 47(3), 245-256.

Adams, C., Lockton, E., Gaile, J., Earl, G. y Freed, J. (2012b). Implementation of a manualized communication intervention for school‐aged children with pragmatic and social communication needs in a randomized controlled trial: the Social Communication Intervention Project. International Journal of Language & Communication Disorders, 47(3), 245-256.

Alduais, A., Majorano, M., Andrés‐Roqueta, C., Hamaguchi, P., Persici, V. y Qasem, F. (2022). Conceptualizing, defining, and assessing pragmatic language impairment in clinical settings: A scoping review. Infant and Child Development, 31(6), e2368.

Andrés-Roqueta, C. y Katsos, N. (2020). A distinction between linguistic and social pragmatics helps the precise characterization of pragmatic challenges in children with autism spectrum disorders and developmental language disorder. Journal of Speech, Language, and Hearing Research, 63(5), 1494-1508.

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