Enseñamos a los niños los sonidos de las letras, pero... ¿influye el ritmo al que lo hacemos?

La enseñanza explícita de las correspondencias entre símbolos y sonidos (entre grafemas y fonemas) parece importante en las primeras etapas de la adquisición de la lectura en idiomas alfabéticos opacos y transparentes (Castles et al., 2018; Sargiani et al., 2022; Verhoeven y Perfetti, 2022). Diferentes autores defienden que parece razonable enseñar primero los sonidos de las letras que son consistentes, frecuentes y cuyo sonido se puede alargar. De esta manera, enseñar a los niños que la “l” suena /l/ (consistente) sería anterior a enseñar a los niños que la letra “c” puede sonar de dos formas /k/ y /θ/. Sin embargo, aunque tuviéramos claro el orden... ¿influye el ritmo al que las presentamos en cómo los niños las aprenden?


Vadasy y Sanders (2020) diseñaron una investigación con el objetivo de abordar esto. Introducir las correspondencias de manera demasiado lenta puede entorpecer que los niños discriminen bien los sonidos de diferentes letras y que, además, no puedan aplicar lo aprendido a la lectura de palabras sencillas, lo que podría entorpecer el aprendizaje. Sin embargo, enseñarlas demasiado rápido puede hacer que algunos niños no acaben de familiarizarse con las correspondencias y no dispongan de tiempo para asimilar lo aprendido. Resulta interesante, ya que hay poco conocimiento al respecto. En nuestro país muchos centros suelen enseñar, por costumbre, los sonidos de una letra a la semana.

Vadasy y Sanders (2020) trataron de enseñar las correspondencias entre grafemas y fonemas en dos condiciones:

- Condición lenta: se enseñaban a los niños las correspondencias entre símbolos y sonidos de diez letras durante las cinco semanas que duraba la intervención. Los niños aprendían las correspondencias entre 1 y 3 grafemas a la semana.

- Condición rápida: se enseñaban a los niños las correspondencias entre símbolos y sonidos de quince letras durante las cinco semanas (5 letras más). Los niños aprendían las correspondencias entre 2 y 4 grafemas a la semana.

Importante

Algunos aspectos importantes para entender la investigación:
  • Participaban niños de 5 y 6 años que presentaban un muy bajo nivel de alfabetización y que, además, procedían de entornos lingüísticamente diversos (muchos procedían de familias cuyo primer idioma no era el inglés).
  • Las autoras trataron de presentar letras cuyos sonidos son consistentes, frecuentes y se pueden alargar. Presentaban vocales y consonantes. Esto es importante, al ser una investigación hecha en inglés.
  • Los niños no solo aprendían las correspondencias, sino que también practicaban la decodificación de palabras.
Resultados

Los investigadores reportaron algunos hallazgos interesantes:
  1. Los niños asignados a la condición rápida no redujeron el aprendizaje de las 10 letras que compartían con la condición lenta y rindieron de manera similar en tareas relacionadas con decodificación, escritura y deletreo.
  2. Los niños asignados a la condición rápida rindieron mejor que los niños asignados a la condición lenta en algunas tareas que implicaban manejar las correspondencias de las 10 letras que ambos tenían en común.
Conclusiones

Las autoras indican que presentar las correspondencias de manera algo más rápida puede ayudar a los niños a discriminarlas mejor. Esto debe tomarse con cautela, ya que se trata de un estudio llevado a cabo en un idioma opaco, como el inglés. No obstante, resulta interesantísimo que, en un idioma mucho más transparente como el noruego, una investigación frecuente haya llegado a la misma conclusión (Sunde et al., 2020): enseñar las relaciones entre grafemas y fonemas a un ritmo algo más alto favorece el aprendizaje, especialmente, de aquellos que están en riesgo. 

Un apunte

Una de las características que tiene la investigación es que puede ser contraintuitiva. Las evidencias pueden ir en contra de aspectos que teníamos asentados por costumbre o tradición. El trabajo de Vadasy y Sanders (2020) o el de Sunde et al. (2020) puede ayudarnos a cuestionar algunos hábitos (como enseñar un grafema a la semana) que pueden no estar tan bien fundamentados como creíamos.

Referencias

Sargiani, R. D. A., Ehri, L. C. y Maluf, M. R. (2022). Teaching beginners to decode consonant–vowel syllables using grapheme–phoneme subunits facilitates reading and spelling as compared with teaching whole‐syllable decoding. Reading Research Quarterly, 57(2), 629-648.

Vadasy, P. F. y Sanders, E. A. (2021). Introducing grapheme-phoneme correspondences (GPCs): exploring rate and complexity in phonics instruction for kindergarteners with limited literacy skills. Reading and Writing, 34, 109-138.

Verhoeven, L. y Perfetti, C. (2022). Universals in learning to read across languages and writing systems. Scientific Studies of Reading, 26(2), 150-164.

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