Principios universales en el aprendizaje de la lectura en diferentes idiomas (Verhoeven y Perfetti, 2022)
En un trabajo reciente publicado en Scientific Studies of Reading Verhoeven y Perfetti (2022) describen cómo la enseñanza de la lectura tiene, en diferentes lenguas, aspectos universales y aspectos particulares. Los aspectos universales tienen que ver con el hecho de que la lectura implica conectar el lenguaje oral con los símbolos que lo representan para acceder al significado. Los aspectos particulares tienen, por ejemplo, que ver con las diferentes unidades que se manejan (un idioma puede ser, por ejemplo, morfosilábico como el chino, o alfabético como el inglés, el francés o el castellano). También con la opacidad de los sistemas. El inglés o el francés son idiomas opacos, ya que las relaciones entre símbolos y sonidos no son estables.
Sin embargo, el castellano, el finés o el holandés son, por el contrario, idiomas transparentes. Verhoeven y Perfetti (2022), que han realizado algunos estudios translingüísticos relevantes, indican nueve principios universales sobre el aprendizaje de la lectura. Los dividen en tres tipos: principios para ser lingüísticamente conscientes (1-3), principios para el desarrollar el reconocimiento fluido de palabras (4-6) y principios para mejorar la comprensión lectora (7-9).
1. Es necesario atender a los aspectos salientes del habla
Es necesario entender, en primer lugar y de forma muy sintetizada, que los niños deben desarrollar cierta capacidad de representar el lenguaje hablado, para así poder comenzar a establecer las correspondencias con el código escrito.
2. Es necesario atender a las sílabas, rimas y fonemas que componen las palabras
Un aspecto importante según los autores es que la conciencia fonológica parece una habilidad importante en las diferentes lenguas. Esto es, es importante la capacidad de los niños para manejar las unidades del lenguaje oral independientemente de su significado. En los idiomas alfabéticos (como el castellano, el finés o el inglés) la conciencia fonémica es esencial. Los niños deben ser capaces de manipular y representar los fonemas que componen las palabras (véase, en castellano, Caravolas et al., 2019 o De la Calle et al., 2021). Sin embargo, en idiomas morfosilábicos (como el chino) la importancia de esto es mucho menor.
3. Es necesario conectar el lenguaje escrito con las unidades del lenguaje oral que este representa
Los autores indican que los niños deben conocer, al menos: a) el conjunto de formas gráficas que conforman el código, b) las conexiones entre la ortografía (ej. letras) y las unidades del lenguaje oral que estas representan (ej. fonemas). Según los autores, “prestar atención a las relaciones consistentes entre los grafemas y fonemas puede apoyar el aprendizaje de las conexiones específicas entre lenguaje escrito y el oral”. Indican que, aunque cierto autoaprendizaje es posible, en idiomas alfabéticos (como el castellano) enseñar las relaciones entre letras y fonemas es adecuado para muchos niños (Castles et al., 2018).
4. Es necesario ampliar progresivamente el repertorio ortográfico
Los idiomas alfabéticos (italiano, español, inglés, francés…) tienen la ventaja de descansar en un pequeño conjunto de símbolos gráficos (letras) que que pueden ser adquiridos durante el primer año de enseñanza. Esto no es así en otros idiomas. En idiomas alfabéticos, además, la práctica en aplicación de las reglas de conversión entre grafemas y fonemas puede ayudar a consolidar estructuras ortográficas frecuentes. P.D: Para los interesados, las evidencias sobre la teoría del autoaprendizaje de David Share indican como los niños, a través de la práctica de la decodificación, comienzan a reconocer la forma ortográfica de las palabras.
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