Predictores de la comprensión lectora en Educación Infantil: un metaanálisis (Hjetland et al., 2020)

Se ha venido indicando que muchas de las habilidades fundacionales para una buena comprensión lectora comienzan a desarrollarse antes de que los niños empiecen a leer. Por ello, una serie de estudios de corte longitudinal ha tratado de valorar qué variables predicen, antes de la enseñanza de la lectura, el desarrollo de una habilidad tan compleja como la que implica comprender lo leído y crear un modelo de representación del texto. Este tipo de estudios tienen implicaciones potenciales para aspectos como: a) la detección de niños en riesgo, b) el desarrollo de programas de prevención de las dificultades en la lectura y c) el desarrollo de programas curriculares que potencien estas habilidades clave.


El metaanálisis de Hjetland et al. (2020)

Para aquellos menos familiarizados, el metaanálisis es un método sistemático y replicable que sintetiza los resultados de diferentes estudios empíricos y ofrece información estadística al respecto. En este metaanálisis los autores revisaron 64 artículos longitudinales. Para que el estudio fueran incluido los niños tenían que haber sido evaluados en dos puntos clave.  En primer lugar, antes de la enseñanza de la lectura (Educación Infantil/ preescolar) debía de medirse alguno de los posibles predictores de la lectura. Finalmente, una vez recibida la enseñanza de la lectura, ya en la enseñanza básica, los niños debían haber sido evaluados mediante una prueba de comprensión lectora. 


Variables predictoras

Hjetland et al. (2020) describen cómo algunas variables medidas en Educación Infantil están correlacionadas, posteriormente, con las habilidades de comprensión lectora. Así, habilidades como el vocabulario, las habilidades gramaticales, la conciencia fonémica (la capacidad de manejar y segmentar mentalmente los fonemas del habla), la velocidad de denominación o el conocimiento de las letras se se encontraron asociadas a la posterior comprensión lectora. Es necesario apuntar que el peso con el que las diferentes variables se asocian a la comprensión lectora suele variar en función del idioma evaluado. Aunque la revisión incluye estudios en diferentes lenguas, es necesaria cierta prudencia.

Un breve inciso: el modelo de Visión Simple de Lectura

Para terminar de entender bien este trabajo conviene recordar el modelo de Visión Simple de Lectura. Este indica que la comprensión lectora es el producto de dos habilidades básicas: la decodificación y la comprensión del lenguaje (Com.= D x CL). Las dos habilidades serían necesarias, aunque ninguna de ellas suficiente, para que haya comprensión lectora. En base a esto podríamos describir tres tipos clásicos de malos lectores: a) los que decodifican mal, pero tienen un buen lenguaje oral, b) los que decodifican bien, pero tienen dificultades en la comprensión del lenguaje y c) los que tienen problemas para decodificar y también para la comprensión del lenguaje.

Lo cierto es que este modelo ha logrado ser bastante sólido y, pese a haber recibido algunas críticas (ausencia de componentes relacionados con la autorregulación, la gran cantidad de varianza compartida entre la comprensión del lenguaje y la decodificación, etc.) parece explicar buena parte de las diferencias individuales en comprensión lectora y ha demostrado un enorme valor heurístico.

Relacionando los predictores con el Modelo de Visión Simple de Lectura

Hjetland et al. (2020) desarrollaron un modelo de ecuaciones estructurales con las variables predictoras analizadas en el metaanálisis que recuerda de forma clara al modelo de Visión Simple de Lectura. Pasamos a describirlo con una sencilla copia del modelo hecha por mí para facilitar la explicación.

Los autores encuentran que habilidades como la conciencia fonémica (la capacidad de manejar y representar los fonemas que componen las palabras), así como el conocimiento de las letras (variable relacionada con los nombres y los sonidos de las letras que los niños conocían) se agrupan en torno a un factor denominado “habilidades relacionadas con el código escrito”.  Este factor, a su vez, está fuerte relacionado con decodificar las palabras de forma precisa y fluida, lo que se asocia a unas buenas habilidades de comprensión lectora.


Hjetland et al. (2020) encuentran, además, que aspectos como el vocabulario o el desarrollo de las habilidades gramaticales se agrupan en torno a una variable latente que tiene que ver con la comprensión del lenguaje y que, a su vez, también está muy relacionada en la comprensión lectora. Lo más interesante de este trabajo es la presentación de dos tipos diferentes de predictores (aunque relacionados entre sí) : aquellos que se relacionan con una buena comprensión lectora a través de la decodificación y aquellos que lo hacen desde la comprensión del lenguaje. Es fácil evocar el modelo de Visión Simple en la figura.

Implicaciones prácticas
Este y otros trabajos, han venido señalando, esencialmente, que parece muy razonable preparar a los niños, ya a edades prelectoras, para la adquisición de habilidades que serán esenciales para comprender le leído. En otros estudios de corte más experimental ya se ha observado que el trabajo de habilidades relacionadas con la decodificación (la conciencia fonémica, el principio alfabético…) o con las comprensión del lenguaje (programas educativos para el desarrollo del vocabulario, las habilidades gramaticales o la narración) pueden ser importantes para favorecer la alfabetización y desarrollar una buena comprensión lectora.

Dejo la referencia:

Hjetland, H. N., Brinchmann, E. I., Scherer, R., Hulme, C. y Melby-Lervåg, M. (2020). Preschool pathways to reading comprehension: A systematic meta-analytic review. Educational Research Review, 30, 100323.

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