Dos trabajos de calidad para la respuesta educativa a niños con riesgo o diagnóstico de discalculia

Chodura et al. (2015) revisaron en un conocido metaanálisis un total 35 estudios que incluían a un total de 2454 estudiantes definidos ampliamente con dificultades en el aprendizaje de las matemáticas. Estos estudiantes estaban incluidos, en función de sus características, en uno de los siguientes grupos: 

  • Niños que mostraban bajo rendimiento (por debajo del percentil 26).
  • Niños que eran identificados al inicio de la investigación con discalculia o riesgo de discalculia en base al DSM-5 o al ICD.
  • Niños que presentaban un año de retraso respecto a sus iguales en habilidades matemáticas.
  • Niños que presentaban, de forma previa al estudio un diagnóstico de discalculia en base a alguna institución autorizada.
  • Niños con necesidades educativas especiales
Uno de los aspectos más interesantes de este metaanálisis fue que los autores valoraron la calidad de cada uno de los 35 trabajos siguiendo un procedimiento sistemático destinado a valorar las características de los estudios de intervención (Valentine y Cooper, 2008). Los trabajos recibían una puntuación de 0 a 1 tras la evaluación, en cada uno de ellos, de las siguientes dimensiones: a) posibilidad de generalizar de los hallazgos, b) claridad de las relaciones causales entre la intervención y la posible mejora observada, c) precisión de las medidas y resultados obtenidos y d) relación entre el marco teórico y las acciones llevadas a cabo. Se exponen, a continuación, dos de los estudios que obtuvieron un mayor índice de calidad.

El trabajo de Fuchs et al. (2009)

Este trabajo recibió un índice de calidad de .79. Los 133 niños que participaron pertenecían al tercer grado de la enseñanza elemental (8.94 años de media) y se encontró un desempeño por debajo de lo esperable en aspectos relacionados con la adquisición de las habilidades aritméticas básicas y la resolución de problemas. Debieron superar, asimismo, algunos criterios de exclusión para participar (por ejemplo: no tener discapacidad intelectual). Según Chodura et al. (2015) estos niños estarían catalogados en su metaanálisis como niños “en riesgo de discalculia”. Los niños fueron asignados aleatoriamente a tres condiciones: 

  • Combinaciones o hechos numéricos: los niños trabajaron las 200 combinaciones que implicaban añadir o sustraer con números del 0 al 9. Trabajaban en la recta numérica aspectos como la propiedad conmutativa o estrategias de conteo eficaces (por ejemplo: para añadir cuento desde número el mayor en la recta numérica el número menor. El último número que cuento indica el resultado). Progresivamente, los niños trataban de resolver los hechos numéricos de forma automática, contando solo en aquellas ocasiones en las que no podían evocar el resultado de forma rápida. La intervención incorporaba práctica cronometrada para automatizar la recuperación de los hechos numéricos.
  • Resolución de problemas: usaron un programa matemático llamado “Pirate Math” que trataba de enseñar a los niños a categorizar los problemas a los que se enfrentan como problemas de “combinación”, “comparación” o “cambio”. Es un programa muy interesante que puede verse más desarrollado en esta otra entrada: https://dificultadesespecificasdelaprendizaje.blogspot.com/2021/01/schema-broadering-instruction-sbi.html
  • Grupo control: siguieron recibieron la enseñanza habitual en sus aulas de matemáticas (business as usual).

La intervención duró 16 semanas. Cada semana se implementaron 3 sesiones de unos 20 o 30 minutos de duración. Se administraron numerosas pruebas y conviene ver el estudio original para mayor detalle. Encontramos, por ejemplo, que al final de la intervención el grupo de combinaciones numéricas mostró tamaños de efecto moderados respecto al grupo control (d=.55) en tareas de resolución de hechos numéricos. Por su parte, el grupo que recibía intervención en resolución de problemas mostró respecto al grupo control tamaños de efecto entre pequeños y moderados en las dos pruebas estandarizadas administradas al principio y al final de la intervención (d=.28 y d=.79).

El trabajo de Elhert y y Fritz (2013)

Este estudio obtuvo un índice de calidad de .80. En este trabajo 28 niños conformaron el grupo experimental y 31 el grupo control (había varios estudios control en el trabajo original pero Chodura et al. (2015) solo reportan uno de ellos). Los niños recibieron intervención de forma individualizada en una intervención que duró 20 horas repartidas en 10 semanas. El programa de intervención siguió, de forma resumida, los siguientes pasos:

  • Nivel I:  adquisición de la recta numérica y correspondencia uno a uno, las palabras numéricas se asignan a un dígito y a una cantidad o posición en la recta.
  • Nivel II: los niños comprenden que al contar a lo largo de la recta numérica el número se vuelve "más grande". 
  • Nivel III: los números se pueden descomponer e integrarse en otros más pequeños.
  • Los niveles IV y V suponen complejizar el nivel III y la relación de todos los conocimientos ya enseñados.
Chodura et al. (2015) en la revisión de los datos de estos autores reportan un tamaño de efecto moderado (d=.61) en una prueba de competencia matemática amplia que se aplicó varios meses después del final de la intervención. No obstante, el trabajo original tiene información de más calidad y matices que conviene consultar.

Conclusiones

Autores como Cohen et al. (2013) señalan que las dificultades en el aprendizaje de las matemáticas dan lugar a problemas que afectan al desarrollo académico, laboral y de la salud mental. Recopilar trabajos que ofrezcan evidencias de calidad respecto a cómo abordar estos problemas puede ser interesante y una buena forma de orientar la respuesta educativa dada a estos niños. No obstante, no debe olvidarse que las dificultades en las matemáticas son heterogéneas y requieren de programas multicomponente ajustados a las necesidades de los alumnos (Holmes y Dowker, 2013)

Referencias

Chodura, S., Kunh, J., & Holling, H. (2015). Interventions for children with mathematical difficulties: A meta-analysis. Zeitschrift für Psychologie, 223, 129–144.

Ehlert, A., y Fritz, A. (2013). Evaluation of maths training programme for children with learning difficulties. South African Journal of Childhood Education, 3(1), 117-140.

Fuchs, L. S., Powell, S. R., Seethaler, P. M., Cirino, P. T., Fletcher, J. M., Fuchs, D., ... & Zumeta, R. O. (2009). Remediating number combination and word problem deficits among students with mathematics difficulties: A randomized control trial. Journal of educational psychology, 101(3), 561.

Holmes, W., & Dowker, A. (2013). Catch up numeracy: a targeted intervention for children who are low-attaining in mathematics. Research in Mathematics Education, 15(3), 249-265.

Kadosh, R. C., Dowker, A., Heine, A., Kaufmann, L., & Kucian, K. (2013). Interventions for improving numerical abilities: Present and future. Trends in neuroscience and education, 2(2), 85-93.


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