Introducir conciencia fonológica en las intervenciones para la mejora del vocabulario en Educación Infantil: un estudio reciente (Brooks et al., 2024)

El vocabulario es un fuete predictor, ya a los cinco años, de la posterior comprensión lectora que puedan mostrar los (Hjetland et al., 2020). El desarrollo de las habilidades numéricas, también se ve afectado por el léxico adquirido (Hornburg et al., 2018). Algunas revisiones (Burchinal et al., 2022) recomiendan enseñar de forma explícita entre tres y cinco palabras a la semana durante la Educación Infantil. Los métodos que combinan manipular los sonidos de la palabra (conciencia fonológica) con la enseñanza de sus aspectos semánticos se han visto de utilidad para enseñar vocabulario a niños con problemas de lenguaje (Lowe et al., 2017).  Brooks et al. (2024) trataron de comprobar si estos métodos eran eficaces para enseñar vocabulario en las aulas de Educación Infantil.

Base científica de la enseñanza de vocabulario

Sabemos que hay algunos principios bien fundamentados para enseñar vocabulario. Por ejemplo, enseñar las palabras en contextos lingüísticamente significativos (como los cuentos), proveer a los niños de definiciones amigables y transferir la palabra a múltiples contextos (Beck et al., 2013). También parece interesante usar dibujos (Lawson-Adams y Dickinson, 2020) y dar revisiones periódicas (Bahrick y Hall, 2005). Algunas evidencias han añadido que reflexionar sobre los aspectos fonológicos de la palabra (es decir, manipular sus sonidos) es también útil para niños con problemas de lenguaje (Lowe et al., 2017) y para niños que vienen de entornos desfavorecidos (Spencer et al., 2017). 

El estudio de Brooks et al. (2024)

En el estudio de Brooks et al. (2024) participaron 273 niños de 5 y 6 años escolarizados en el Reino Unido.  El programa se aplicó de forma diaria durante 24 semanas. Los niños fueron asignados a uno de estos tres grupos:

  • Intervención semántica y fonológica: los niños recibían una intervención que combinaba el trabajo de los aspectos semánticos y fonológicos de la palabra.
  • Intervención semántica: los niños recibían una intervención que implicaba trabajar, únicamente los aspectos semánticos de la palabra.
  • Grupo control: los niños recibieron un programa alternativo, que no abordaba explícitamente la enseñanza de vocabulario.

Esquema general de la intervención de Brooks et al. (2024)

El programa de vocabulario de Brooks et al. (2024) se aplicaba mediante unidades que duraban dos semanas. Cada una de estas unidades comenzaba con una lectura que incluía las 9 palabras a trabajar durante los restantes nueve días.

La intervención de Brooks et al. (2024)

La intervención combinada implicaba aspectos como enseñar la definición de la palabra, realizar una frase, representarla mediante gestos, decir sus sonidos, buscar palabras que rimen con ella y repetirla lentamente. La intervención semántica era similar, pero no trabajaba los aspectos fonológicos de la palabra (repetirla lentamente, romperla en sus sonidos, buscar rimas, etc.). Todos los días se enseñaba una palabra nueva y se revisaban palabras vistas en sesiones anteriores. En las dos imágenes siguientes es posible ver, por un lado, los pasos que incorporaba la intervención combinada. 

En la segunda imagen es posible observar las palabras escogidas para trabajar en una de las unidades diseñadas por Brooks et al. (2024). 


Resultados

Tras aplicar la intervención, al final de curso, los niños pertenecientes al grupo control puntuaban peor en las pruebas de vocabulario que los niños que habían recibido la enseñanza semántica y la enseñanza combinada (semántica y fonológica). Sin embargo, los grupos semántico y combinado no mostraban diferencias entre sí. No obstante, tres meses después, los niños del grupo combinado recordaban más palabras que los del grupo semántico. Añadir conciencia fonológica a la intervención en vocabulario mejoraba el aprendizaje de las palabras instruidas. Los niños del grupo combinado mostraban, además, mejor conciencia fonológica que los del grupo control. Pese a todo, Brooks et al. (2024) indican que los resultados son tentativos y piden precaución al respecto.

Algunas precauciones

El trabajo de Brooks et al. (2024) muestra algunos problemas típicos de la intervención en vocabulario. El primero de ellos tiene que ver con el hecho de que, pese a que los niños mejoraron en el aprendizaje de las palabras trabajadas, no hubo mejoras en las pruebas estandarizadas de vocabulario. Esto quiere decir que los niños aprenden las palabras que se les enseñan, pero que no se mejora el vocabulario de forma general. Es decir, que los niños no usan las palabras adquiridas para aprender por sí mismos otras nuevas. Además, el trabajo de Brooks et al. (2024) no estudia si la enseñanza de vocabulario tiene algún grado de transferencia a la posterior mejora de habilidades esenciales como la comprensión lectora.

Referencias

Brooks, R., Warmington, M. y Thomson, J. (2024). Evaluating the impact of vocabulary instruction on oral vocabulary, phonemic awareness and nonword reading. Reading and Writing, 1-27.

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